El Patinadero

Juan Antonio Montoya Báez

Todo tiene una causa y un efecto, son las leyes naturales de la física, pero también aplicables a la política, donde a una acción siempre habrá una respuesta.

Es el eterno juego del huevo y la gallina, no importa quién lo incubó, tampoco quien es el culeco, pero en el interior de Morena los pleitos parecen interminables.

Los problemas y diferencias de la 4T aumentan, pero ante las acusaciones los morenistas no saben defenderse de la manera adecuada, no pueden sobrellevar sus infiernos, mucho menos sus diferencias, por lo que, en lugar de buscar una solución, siempre culpan al exterior de sus problemas. Olvidan el efecto espejo.

Todos tienen la culpa, menos ellos, nunca supieron defenderse de la manera adecuada, por ejemplo, está el caso del alcalde de Matamoros, BETO GRANADOS, quien fue despojado de su visa por las autoridades americanas.

BETO es investigado en Estados Unidos, por lo que tuvo el dudoso honor de ser el primer político de Morena en perder la visa, pero en lugar de defenderse de la manera adecuada, lo hizo mintiendo a los ciudadanos.

Con esa falacia de que su visa estaba en su casa, esa fue su declaración ante los medios, pero no es la única mentira, ahora acaba de trascender que por fin acaba de obtener su título de licenciado en administración.

No especifica la escuela, ni la forma que cursó sus estudios o quizá fue por examen de conocimientos, pero todo se presta a especulación. Seguramente mintió para obtener ese título profesional.

BETO GRANADOS no supo responder con la verdad respecto a las denuncias que se acumulan en su contra.

Ahora, en los honores a la bandera se dieron una serie de reclamos entre el alcalde EDUARDO GATTÁS BÁEZ y el Secretario del Trabajo, LUIS GERARDO ILLOLDI REYES, sobre el que existen varias versiones respecto al encontronazo que se dio frente al Secretario General de Gobierno, HÉCTOR JOEL VILLEGAS, quien fue el mediador perfecto para impedir un desaguisado mayor.

ILLOLDI y GATTÁS tienen serias diferencias, es público el desencuentro que mantienen ambos personajes.

Alguna vez ILLOLDI fue colaborador de LALO GATTÁS en el Ayuntamiento, fue su subordinado, pero no hubo diferencias en aquel tiempo, el primero era mansito y a otro le besaba la mano.

Hasta ILLOLDI en una ocasión defendió su nombramiento, es cierto, se lo recomendó una persona a la que no podía decirle no, aunque tuviera duda de su capacidad, lo incorpora como titular de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.

Ese cargo se lo hereda a JOEL ILLOLDI y luego a otra familiar. LUIS GERARDO tiene un gran poder político, es influyente y es escuchado, por lo que se dedicó hacerle la vida de cuadritos a LALO GATTÁS al grado de pedir que lo sacarán de la alcaldía.

ILLOLDI lo acusa de ser quien estuvo atrás de la filtración de la lista de propiedades que se registradas a su nombre, se queja de que es el autor de las acusaciones, pero no de las consecuencias, ni el origen. LALO no es una dama de la caridad y está lejos darle el dinero para que comprara casas y terrenos.

Tampoco le recomendó adquirir una residencia, ILLOLDI lo hizo por cuenta propia, no hay manera de acusarlo, mejor que conteste de la manera adecuada, prometió demostrar el origen de su fortuna, pero sólo cae en la politiquería de su propia lengua.

La manera de contestar, pero sobre todo demostrar sus bienes es la mejor forma de contestar, no al reclamar en público. Lo de ayer, significa la caída de un precandidato.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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