Columna Opinión Económica y Migratoria.
«Desigualdad y migración, nueva coyuntura migratoria: paliativos a través de visas temporales de empleo»
Por Jorge A. Lera Mejía y Bárbara Lera Castellanos.
La “Ley Dignidad y Rescate de Empleos Temporales H-2A y H-2B” surge como respuesta a una aguda crisis laboral en Estados Unidos, agudizada por redadas migratorias recientes y deportaciones masivas.
Estas acciones no solo han afectado a inmigrantes indocumentados, sino también a algunos con documentos en regla, creando una escasez severa de mano de obra en sectores clave como la agricultura, la construcción, la hostelería y restaurantes. Como consecuencia, hay cosechas que se pierden en el campo, obras y servicios detenidos y costos crecientes para empleadores y consumidores.
Los inmigrantes indocumentados representan aproximadamente 5% de la fuerza laboral total estadounidense, pero su presencia es mucho mayor en sectores críticos.
En agricultura, constituyen entre el 40% y 50% de la fuerza de trabajo, es decir, más de un millón de personas en un sector que da empleo a unos 2.9 millones. En la construcción, entre el 13% y 15% de los trabajadores son indocumentados, ocupando de 1 a 1.5 millones de puestos esenciales. En hotelería, limpieza, procesamiento de alimentos y restaurantes, la proporción puede ir del 10% al 30%, sumando millones más de trabajadores imprescindibles para estas industrias.
En total, se estima que los trabajadores indocumentados sostienen entre 6 y 8 millones de empleos esenciales en sectores que literalmente no pueden operar de forma normal sin su participación. La ausencia de esta mano de obra provoca pérdidas millonarias, afecta la producción nacional y genera aumentos de precios en bienes básicos como alimentos y vivienda, siendo un problema económico y social de primer orden.
Ante este desafío, un grupo bipartidista de legisladores, encabezados por María Elvira Salazar (republicana) y Verónica Escobar (demócrata), presentó la “Ley Dignidad”. Esta iniciativa propone una reforma migratoria pragmática con varios ejes principales:
- Regularización temporal: Establece una vía legal para que ciertos inmigrantes indocumentados, que lleven más de cinco años en el país, carezcan de antecedentes penales y paguen una indemnización, puedan trabajar y permanecer temporalmente de manera legal.
- Ampliación y flexibilización de visas H-2: Busca expandir los programas de visas H-2A (para trabajos agrícolas) y H-2B (para empleos estacionales en construcción, hotelería y otros servicios), eliminando requisitos restrictivos y adaptando las cuotas según la demanda laboral real y la estacionalidad del mercado.
- Mayor protección laboral: Plantea mejores condiciones para los trabajadores bajo estos programas, como periodos de gracia para cambiar de empleador y garantías contra el abuso laboral, reforzando los derechos y la seguridad de quienes sostienen estas actividades esenciales.
Aunque la propuesta muestra apoyo bipartidista, encuentra importantes obstáculos en el Congreso, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. No se define un número exacto de nuevas visas H-2A/H-2B, sino que se aboga por ajustar los topes a las necesidades del mercado, eliminando trabas administrativas y asegurando que los empleadores puedan cubrir todos los puestos esenciales.
Actualmente, el límite anual para la visa H-2B es de 66,000, mientras que para H-2A no existe un techo fijo, variando entre 150,000 y 200,000 según la demanda agrícola y situaciones de emergencia. La Ley Dignidad pretende flexibilizar y expandir estas cifras según sea necesario, buscando evitar cuellos de botella productivos.
El objetivo es sustituir la dependencia de la mano de obra indocumentada por mecanismos legales y regulados, facilitando a los empleadores contratar suficientes trabajadores temporales extranjeros y evitando colapsos en sectores cruciales para la economía y el bienestar social de Estados Unidos.
Conclusión
La crisis evidenció que entre 6 y 8 millones de empleos esenciales están ligados a la mano de obra inmigrante indocumentada.
Regularizar o facilitar la migración temporal legal se vuelve indispensable para resguardar la continuidad y estabilidad de los sectores productivos más delicados, y la “Ley Dignidad” busca ser la herramienta legislativa que permita encauzar una solución moderna, temporal y flexible para este reto crucial.
Paliativo temporal
Un paliativo importante, en la medida que avancen las negociaciones de la Ley Dignidad y se sigan presentando cuellos de botella y crisis de empleos temporales en la agricultura, agroindustria, construcción y servicios, es impulsar la oferta anual de al menos 250,000 visas temporales de empleo temporal agrícola H-2A y 250,000 visas H-2B de servicios profesionales.
Noticia de Última hora (4 de agosto):
Trump recapacita y Migrantes indocumentados podrían quedarse a trabajar legalmente en EE.UU.
En un giro inesperado de su propia política migratoria, el presidente Donald Trump anunció que planea emitir una orden ejecutiva que permitiría a ciertos migrantes indocumentados permanecer en EE.UU. y seguir trabajando en sectores claves como la agricultura y la hotelería.
En un mensaje oficial difundido por la Casa Blanca, Trump declaró:
“Nuestros campesinos están siendo afectados. Tienen trabajadores que han estado con ellos por 20 años… No podemos simplemente agarrarlos a todos y mandarlos de regreso”.
Trump reconoció públicamente que las redadas masivas de ICE y CBP están causando escasez de mano de obra en industrias vitales para la economía estadounidense.
¿Qué sectores se beneficiarían?
- Agricultura: “No podemos hacerle esto a nuestros campesinos”, afirmó.
- Hotelería y hospitalidad
- Servicios de limpieza
- Restaurantes y alimentación
La escasez laboral se ha vuelto crítica
- En Omaha, ICE detuvo a 70 personas en una planta cárnica, dejando a la empresa sin personal suficiente.
- En California, granjas completas se han visto afectadas tras redadas, obligando a empleadores a suspender operaciones.
Se espera que, en los próximos días, Trump firme una orden ejecutiva que regularice temporalmente la situación de estos trabajadores indocumentados, especialmente los que llevan décadas en EE.UU. y tienen historial laboral limpio.