Columna Opinión Económica y Universitaria.
Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Actualmente, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) viene remontando sus propios rankings de desempeño académico y de investigación, por lo que el rector Dámaso Anaya Alvarado, busca por diferentes medios seguir su superación.
A continuación se muestran los rankings más recientes de la UAT en 2025, según distintas mediciones nacionales e internacionales:
UniRank (Ranking nacional 4ICU.org):
UAT ocupa el lugar 41 de 540 universidades mexicanas, subiendo tres posiciones respecto a 2023.
SCImago Institutions Rankings (América Latina):
Se posicionó en el lugar 233 de 430 universidades latinoamericanas, ascendiendo 30 lugares frente a 2024 y 115 puestos desde 2023.
Dentro de México, la UAT ocupa el lugar 34 de 50 universidades evaluadas en 2025.
QS World University Rankings América Latina & El Caribe:
UAT se encuentra dentro del rango 351-400 a nivel regional, manteniendo estabilidad en este prestigioso ranking internacional.
En QS para Centroamérica, logró la posición 66 de 93 universidades evaluadas en 2025.
Ranking Mextudia (Top 200 México):
Ocupa la posición 38 de 200 mejores universidades del país, mejorando 10 lugares respecto al año anterior.
Ranking GreenMetric México (Sostenibilidad):
UAT se ubica en el lugar 20 de 32 instituciones mexicanas valoradas por prácticas ambientales y desarrollo sostenible.
Estos resultados muestran un avance constante y sostenido de la UAT, reflejando el impacto positivo de sus estrategias de apoyo al estudiante, mejora docente y modernización de infraestructura.
PROYECTOS:
Con la finalidad de fortalecer y superar sus citados indicadores de calidad y mejorar su posicionamiento en rankings de educación superior, la UAT implementa una serie de acciones estratégicas que abarcan mejoras en tres ejes fundamentales: estudiantes, personal docente y planta física.
Por un lado, se intensifica el otorgamiento de becas y estímulos académicos para fomentar la equidad, permanencia y excelencia estudiantil.
Paralelamente, se desarrollan programas de formación y actualización para personal docente y administrativo que aseguren prácticas pedagógicas de vanguardia.
Finalmente, se destinan importantes recursos a la mejora de espacios e infraestructura universitaria, incluyendo aulas inteligentes, laboratorios especializados, zonas deportivas y equipamiento adecuado, con el objetivo de garantizar entornos propicios para el aprendizaje.
Estas medidas buscan generar un impacto positivo y sostenible en la calidad de los procesos formativos y administrativos de la institución.