La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Tuve la oportunidad de visitar el Centro Oncológico de Tamaulipas (COT), en ciudad Victoria, Tamaulipas. Es una aportación al sistema estatal de salud, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Bienestar federal. Me sorprendió gratamente, el servicio médico, la atención a los pacientes y la gratuidad para todos, de la consulta, las medicinas y los valiosos tratamientos para ese mal.
Decenas de personas visitan ese hospital de altísimo nivel -se los juro: no es exageración- para mitigar o curar sus dolencias. Creo que cuando uno está tan cerca de la muerte, más aprecia y valora la vida. Eso vi, en los ojos de los hombres y mujeres que van al nosocomio más que a buscar salud, a recibir esperanza.
No percibí desaliento, en ninguna persona.
Todos con una templanza enorme; con la fe en la ciencia y la medicina, como en la deidad, cualesquiera su sea el nombre que ellos le asignen.
Eso es lo que me sorprendió.
Tres veces, saludé a un amigo.
Lo abracé y sentí los cambios en su cuerpo, por su tenaz lucha contra la enfermedad que lo había diezmado.
En el abrazo, me dijo:
-Dios te ayude.
Cuando salió de consulta, me volvió a abrazar.
Me dijo:
-Dios te ayude.
Nos despedimos.
Dijo:
-Dios te ayude.
Me quedé recordando los tiempos, en que intercambiábamos opiniones sobre Filosofía de la Educación y de política.
Me regresó a la tierra un anciano. Me comentó lo bien que lo trataban y lo cómodo que los hacían sentir las enfermeras y la calidez de los médicos. Se había tratado su problema en una clínica particular. Me sorprendí de lo que pagaba. Medicinas de 7 mil pesos que consumía en un mes; quimioterapias -le había recetado 8- 20 mil pesos; radioterapias 50 mil pesos; y en algunos pacientes medicinas de 100 mil y 200 mil pesos por tratamiento.
(Ponderemos: esa misma atención en EU, tiene un costo de 5 millones de dólares; con el mismo porcentaje que en México, de recuperación del afectado).
En el Centro Oncológico de Tamaulipas, como todo servicio público: es gratis.
No en balde, los beneficiarios del COT consideran su benefactor al director, doctor Francisco Velasco Canseco.
Algunos críticos del sistema de salud mexicano califican de nulos los avances de la IV T en el tema de salud.
Pregúntenles a los derechohabientes del COT.