Tiene muy maltratado el gobierno federal al campo mexicano, no hay apoyos reales para quienes trabajan la tierra, a los productores les devalúan sus cosechas y desoyen sus demandas.

Se cierra el mercado gringo al ganado mexicano, más que por la amenaza del gusano barrenador por la poca capacidad de gestión o negociación de las autoridades federales, no se atiene a los productores de sorgo que piden trato justo, precios acordes ¿Qué queda?

Queda una triste realidad, decepción, impotencia de quienes con esfuerzo hacen producir la tierra, pues la siembra y cosecha del cultivo que daba grandeza a la nación está en su peor situación, y todo porque los representantes populares que deben darles acompañamiento y levantar la voz por los productores sirven para un demonio, en tanto que las altas luminarias del poder les abandonan sin medir que con ello detienen el progreso, la sustentabilidad y generan crisis, pobreza y hasta violencia.

Un campo bien atendido es generador de riqueza, orgullo nacional, pero a la autoridad federal parece que eso no les importa, están empeñados en acabarlo sin medir las consecuencias de lo que puede suceder con un campo improductivo donde lo único que se reproducirá será la inseguridad y la pobreza.

Más triste se torna la situación cuando quienes hacen producir la tierra y que su grano ha sido por mucho tiempo orgullo nacional, el sorgo, son desatendidos y ellos al sentir que su productividad pierde valor, salen, no por gusto, si obligados por necesidad, a manifestarse de la única manera que sienten pueden ser escuchados, en las carreteras donde se genera caos.

En otros tiempos el sorgo de Tamaulipas era bien cotizado y valorado a nivel nacional pero ahora hasta parece pecado que los productores de ese grano quieran seguir haciendo producir la tierra, generando riqueza para la nación y quienes deberían atender sus demandas ni los ven ni los escuchan.

Las hermosas postales de los sembradíos de sorgo a las orillas de carretera rumbo a la frontera están a punto de morir por falta de apoyos oficiales, porque sus productores no son escuchados, menos atendidos, y, cuando ellos salen a manifestarse, porque sus cosechas son el sustento de muchas familias, son castigados.

Lo anterior viene a colación por la reciente detención y luego liberación, con arraigo domiciliario y otras medidas cautelares, del líder de los sorgueros de la región de San Fernando, un señor de nombre GUILLERMO AGUILAR FLORES. sobre él pesa una sentencia por incitar a sus compañeros a realizar bloqueos, manifestarse en carreteras federales. Por supuesto que no es lo correcto o más recomendado, pero, ¿tenían él y sus compañeros otra opción?, ¿las autoridades atendieron como se debía la situación? Pues no.

Quizá al tener arraigo domiciliario no podrá ya encabezar movilizaciones exigiendo a las autoridades federales les paguen lo que les deben y le tabulen precio justo a su producción. ¿Y los diputados y senadores que deben acompañarles en sus demandas? Bien gracias, ellos, los legisladores, creen que su chamba es servir de aplaudidores del sistema en lugar de velar por los intereses del pueblo.

Cierto es que es un delito federal obstaculizar las vías de comunicación, pero también es verdad que hay derecho a la libre manifestación, más si se trata de causas justas o injusticias. Claro que en las luchas, manifestaciones, no se debe afectar a terceros, en el caso de los bloqueos en carreteras, a ciudadanos que por necesidad tienen que circular por esa ruta, aparte de los transportistas. Pero es obvio que los productores de sorgo no lo hacen  por provocar desorden, porque les encante estar horas en el solazo y noches expuestos a la inseguridad, tampoco por desquehacerados o les guste que les recuerden a la mujer que les trajo al mundo, porque a eso se exponen, pero lo hacen por necesidad, porque requieren que se atiendan sus demandas.

Otra verdad es que con los bloqueos se quedaron muchos tráileres varados con mercancía que tiene termino de llegada a Estados Unidos y las pérdidas económicas o de mercancía suelen ser grandes, eso sin contar que en ocasiones los ánimos se encienden entre transportistas y manifestantes y terminan en riña, tal y como sucedió en días pasados en un puente internacional donde  traiteros se liaron a golpes con sorgueros que mantenían bloqueado el cruce,  es entendible la desesperación de unos y otros, pero ¿y las autoridades que hacen para evitar esas situaciones?.

En fin, la situación es que es muy lamentable la situación que están atravesando los productores de sorgo de la entidad, se sienten abandonados, buscan desesperadamente respuesta a sus demandas para que la producción de grano que en otros tiempos fue orgullo nacional no muera, pero sus gritos de auxilio no encuentran eco, al contrario, les encarcelan a su dirigente.

Pero no crea fue porque cuiden el derecho a circular de otras personas o porque se delito federal, si así fuera ya hubieran detenido a todos los que bloquean las casetas de cobro y otras carreteras nacionales. Aquí, en el caso del líder de los sorgueros, GUILLERMO AGUILAR FLORES, se ve más la intención de que su detención sirva como ejemplo a todos y ya dejen de exigir lo que por derecho les corresponde.

De que se trató en realidad la detención del líder de los sorgueros, su arraigo domiciliario y más medidas cautelares ¿Aplicación de justicia o medida de control y silencio a sus demandas? Eso se pregunta la gente.