La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
Semejantes escenarios, vive la frontera tamaulipeca a los ocurridos en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. A él, le estorbaba la clase política tradicional y la reemplazó con sus representantes para imponer sus políticas neoliberales en la región; ahora, es la justificación del presidente Donald Trump, para imponer sus descabellados intereses en nuestro país, y en ello, de carambola, tiene azorada y atemorizada a buena parte de la burocracia política de la IV T.
Semejantes en el sentido que ambos, utilizaron la política económica -arropada con políticas policiales-, para tener el control de la política. Como el doctor Simi: no es lo mismo, pero fueron muy parecidos.
A Salinas, no le resultó sencillo.
Enfrentó resistencias, duras, como era dura la clase política tradicional.
Agapito González -Matamoros-, Juan de la Rosa -Rio Bravo-, Reynaldo Garza Cantú, y Heriberto Deándar -Reynosa-, Pedro Pérez Ibarra -Nuevo Laredo-, Luis Quintero Guzmán -Victoria- Joaquín Hernández Galicia y Diego Navarro -Madero y Tampico-, fueron enfrentados y borrados por el escenario regional por la mano dura de Salinas.
Ante la ofensiva del aparato de justicia federal, los que no cayeron en la cárcel, prefirieron el exilio dejando desolados sus feudos.
Hasta esa fecha, no había sufrido tal embestida la clase política tamaulipeca; sólo es comparable ese paisaje, con el generado en 1947, cuando el alemanismo barrió de la faz de la región al portesgilismo y sus exégetas.
Salinas generó un cisma en la entidad.
Aún en el presente, se sienten sus estructuras.
Hoy, las medidas de Trump para debilitar las políticas de la presidenta Claudia Sheinbaum -aranceles, lucha contra el narcotráfico, atosigamiento a los migrantes- están rebotando en un segmento importante de los políticos de la IV T y su Segundo Piso.
Tamaulipas, por su posición geopolítica, está sintiendo en carne propia esas estrategias en el tablero global.
Más MORENA, que los filotrumpistas del PAN y del PRI.
Por sobrevivencia propia, la IV T y su Segundo Piso, deben atemperar la presión que viene del norte. Ello, plantea la necesidad de extremar los filtros de las candidaturas; desde diputados locales y alcaldes, hasta aspirantes a gobernadores.
¿Será sensato postular candidatos que luego los torpedee EU, con expedientes para que Trump lleve agua a su molino?
Esta vez será silenciosa la poda.
El alejamiento de los elementos bajo sospecha se realizará sin mucho escándalo.
Sólo llegara la estridencia si se resisten; si insisten, en seguir disfrazados de morenistas.
Parafraseando al padre de la URSS: el partido se fortalece, depurándose.