Por: José Medina

Ciudad Victoria.- El diputado de Matamoros por el distrito diez busca adicionar diversas disposiciones en la Ley de Salud de Tamaulipas con el propósito de fortalecer y ampliar el marco jurídico estatal en materia de participación comunitaria en salud, con el fin de establecer legalmente la figura de los Comités de Salud Comunitarios y, con ello, sentar las bases para la implementación del modelo de Municipio Saludable como una política pública integral, preventiva y participativa.

Explicó que para el caso de Tamaulipas, también se han dado pasos importantes en esta materia, ya que hoy en día nuestra Ley de Salud, contempla en su artículo 28 la creación de Comités Municipales de Salud encabezados por los alcaldes, lo cual representa un avance considerable, no obstante, esta disposición resulta insuficiente, ya que no contempla la existencia de estructuras comunitarias descentralizadas que operen directamente en las colonias, comunidades o ejidos, limitando con ello la capacidad de respuesta ante problemáticas sanitarias locales.

Dijo que a través de cada comunidad organizada pueda contar formalmente con un Comité de Salud Comunitario con atribuciones para alertar, coordinar y ejecutar acciones preventivas, en estrecha colaboración con los gobiernos municipales y estatales.

«Sin duda alguna, todo esto contribuirá a que Tamaulipas avance en plena alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. En particular, esta propuesta se vincula con el ODS 3: Salud y Bienestar, cuyo propósito es garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas las personas en todas las edades, especialmente en sus metas 3.3, a fin de poner fin a las epidemias, y 3.d, mediante el reforzamiento de la capacidad para la alerta temprana y la gestión de riesgos sanitarios», sentenció.

Victor Manuel García Fuentes, explicó que con esta propuesta se busca asegurar que cada colonia, comunidad o ejido cuente con un órgano vecinal capacitado para identificar riesgos sanitarios, promover entornos saludables, coadyuvar en la vigilancia epidemiológica local y articularse eficazmente con los distintos niveles de gobierno, generando así una cultura de corresponsabilidad social en el cuidado de la salud pública.

Este planteamiento no surge de ideas fortuitas ni de iniciativas improvisadas, sino que encuentra su fundamento en directrices ampliamente reconocidas a nivel internacional, toda vez, que, diversos organismos globales han señalado que la participación comunitaria constituye un pilar esencial para el desarrollo de sistemas de salud sostenibles.

Dijo que en este sentido, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha promovido, desde hace décadas, el concepto de «Salud para Todos» a través de la atención primaria con participación activa de la comunidad, como se establece en la histórica Declaración de Alma-Ata (1978) y ratificado en la Declaración de Astaná.

De manera complementaria, el enfoque de Municipios Saludables ha sido adoptado internacionalmente como una estrategia eficaz para atender los determinantes sociales de la salud desde el ámbito local. Países latinoamericanos como Brasil, Colombia, Chile y Argentina ya han implementado este modelo con resultados positivos, al integrar a la comunidad como agente clave en la promoción de estilos de vida saludables, la vigilancia epidemiológica participativa y la mejora del entorno físico y social.

En respuesta a esta realidad, diversas entidades federativas como Yucatán, Guanajuato, Chiapas y Baja California Sur han legislado o implementado esquemas normativos para institucionalizar la participación comunitaria mediante modelos de municipios o localidades saludables, consolidando así un marco de actuación territorial con enfoque preventivo. 5 Estos modelos tienen como base la promoción de la salud y el bienestar de la población, fortaleciendo el papel del municipio como actor estratégico y promoviendo la colaboración entre autoridades, instituciones, organizaciones civiles y ciudadanía organizada.