LOS HECHOS
POR José Inés Figueroa Vitela
La primera ocasión que recorrí la ruta Ocampo-Tula, fue con el ingeniero AMÉRICO
VILLARREAL GUERRA como gobernador.
Fue él quien abrió la sierra para construir esa carretera que unió al vergel con el
semidesierto tamaulipeco; era una rua de apenas un carril en cada dirección que
serpenteaba la escarpada sierra madre sobre espectaculares acantilados.
Ahora, la sierra está oradada en un túnel de casi dos kilómetros, que lleva su
nombre y por los extremos, en amplios carriles con acotamientos y elevados
puentes, llega a Tula al poniente y al oriente, pasa por Ocampo y llega a El Mante,
con proyecciones que se extienden hasta la costa sur del Estado.
Es una obra en construcción que muestra avances del 87 por ciento, en el trazo
original de 108 kilómetros, al que se sumarán el Libramiento de El Mante y el
Viaducto Altamira-Tampico, para lo que ya están avanzados los proyectos ejecutivos
y recién se autorizó en el Congreso la ampliación de la
Concesión a la empresa Hycsa.
Es la cuarta actualización del contrato que se aprobó en el 2008 y se asignó en el
2009, pero en los últimos 13 años, apenas había avanzado en el uno por ciento, por
concederle un número a los rastreos de limpieza en los acceso del trazo.
Como los hospitales, el acueducto de Victoria, el puerto de Matamoros, entre
otras acciones que solo fueron simulación en el pasado, la Mante-Ocampo-Tula hoy
es una inminente realidad, corregida y aumentada.
“Una carretera que fue abandonada, que fue desaprovechada por gobiernos
anteriores. Finalmente llega el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y estamos
viendo aquí los resultados; cuando se tienen ganas de terminar las obras se hace”
dice con justificado orgullo el Secretario de Obras Públicas del Estado.
PEDRO CEPEDA ANAYA, nos explicó que la virtual autopista incluye la instalación
de cámaras cada 3 kilómetros -en el túnel a cada 300 metros-; va a haber Internet en
todo el trayecto y postes para comunicación cada 33 kilómetros.
In situ, un grupo de periodistas recorrimos y apreciamos el perfil y avance de la
impresionar obra con el responsable institucional, sobrestantes, ambientalistas y
jefes de obra.
La de ayer, fue la tercera ocasión que recorrí tal carretera, ahora en su nuevo
trazo concesionado; en la segunda, por la original, al paso de alguna campaña
política, pasado el sexenio del ingeniero AVG, me tocó ver su deterioro por falta de
mantenimiento.
Hoy, en complemento a los 8 mil 600 millones de pesos que invierte la empresa
concesionaria en la construcción de la nueva súper carretera de cuota, el Estado
proyecta aplicar cerca de 70 millones en la reparación de lo que seguirá siendo la
carretera libre, que el otro AMÉRICO construyó.
Pero pondrán vigilancia a la entrada y salida, para evitar que el tránsito de
vehículos de carga pesada vuelvan a destruirla.
Aunque en menor porcentaje, hay camioneros que han estado usando esa ruta,
con todo y su accidentado manejo, porque les representa casi 200 kilómetros de
distancia menos, siguiendo el trayecto del bajío a los puertos tamaulipecos, por
Ciudad Victoria.
Ahora podrán cruzar la “línea recta”, ahorrándose dos horas de tiempo, el
respectivo desgaste, combustible y horas-hombre, por la nueva súper carretera que,
salvo algún imponderable, estarán inaugurando a finales de este año.
Los montos de los peajes se fijarán en función del aforo de vehículos, pero en
cualquier cantidad, serán mucho menores a lo que cuesta seguir usando la ruta
tradicional.
En el caso del viaducto de la zona conurbada del sur, la cuota tentativa proyectada
es de 12 pesos que se cargarán en automático, al cruzar, a través de tarjetas
inteligentes recargables.
Ya no solo se trata de conciliar las entrañas de Tamaulipas; con el impulso a la
economía regional por el intercambio y satisfacción de las necesidades de los
viajantes, con las aportaciones al tránsito de cargas y los puertos, también se
acercan los destinos turísticos de Tamaulipas al centro del país; el propio vergel con
sus ríos, manantiales y la reserva de la biosfera El Cielo, por supuesto las playas,
lagunas y cenotes que se ofertan generosos a propios y extraños.
Vamos bien… estaremos mejor.
AMERCO VILLARREAL y PEDRO CEPEDA ANAYA están respondiendo.