A MI MANERA
Por Tello Montes
Productores de sorgo exigen justicia, pero desquician al pueblo.
Productores de sorgo vuelven a las andadas: bloquearon otra vez, la carretera Matamoros, Reynosa, Victoria.
La misma historia de siempre, pero cada vez más peligrosa. Jugar con la lumbre es quedarse parado, con sombrero en mano, en medio de una tormenta eléctrica.
Y eso están haciendo.
Dicen que exigen un precio justo- $6,000 por tonelada, nada menos-. Tal vez tengan razón en su causa, no lo dudamos. El campo mexicano lleva años en el abandono.
Pero una cosa es protestar, y otra muy distinta, tomar como rehenes a miles de ciudadanos que no tienen vela en el entierro.
El bloqueo de caminos no solo irrita: fastidia, y desespera y pone en riesgo a familias atrapadas bajo el sol, pasajeros varados en autobuses, traileros desesperados por entregar mercancías.
Ya lo vimos el fin de semana pasado lo que puede pasar: tráileres a punto de embestir a los manifestantes en el puente Pharr. A un paso del desastre.
¿De verdad quieren que esto termine a golpes, o peor aún, con muertos? Porque van en camino.
Si lo que buscan es ser escuchados por el gobierno federal, hay muchas formas de manifestarse: tomas simbólicas de oficinas públicas, protestas en plazas, campamentos frente a dependencias.
Pero cerrar carreteras solo los asila más. El pueblo no los va a respaldar. Al contrario: van a perder el apoyo social que necesitan.
Y si provocan una confrontación-como ya paso-y se desata la violencia, no pidan comprensión. Porque lo que sigue en este juego peligroso, es cárcel. Y ahí, ni el precio del sorgo, ni los aplausos del ejido, va a servirles de nada.
El libre tránsito es un derecho de todos. Y eso no se negocia.
Porque una cosa es luchar con dignidad…y otra muy distinta es bloquear por costumbre, como su buscarán que les pongan una calle con su nombre o un monumento, como al extinto líder campesino Jesús Silva Sánchez, que dio la vida por la tierra.
Pero aguas: ya no son tiempos de machete en mano, sino de cabeza fría y estrategias firmes…porque el que busca bronca, acaba sin cosecha ni causa.
UAT CONSOLIDA ENSEÑANZA DE IDIOMAS CON NUEVA GENERACIÓN DE EGRESADOS
El rector de la UAT, Dámaso Anaya Alvarado, encabezó la graduación de la 31.ª generación del Centro de Idiomas para la Niñez y la Adolescencia (CeINA UAT), reafirmando el compromiso institucional con la enseñanza de idiomas desde temprana edad.
Con una matrícula que crecerá de 1,300 a 1,600 estudiantes, la universidad busca fortalecer la formación bilingüe como herramienta clave para el futuro de niñas, niños y adolescentes.
Durante el evento, se reconoció por primera vez a nueve familias con el «Reconocimiento a la Fidelidad», por confiar por más de una década en el programa.
La ceremonia también destacó el caso de un alumno que celebró su graduación desde Canadá, reflejo del alcance global de la comunidad universitaria.
Anaya felicitó a los 29 egresados del nivel Junior Avanzado y agradeció a las familias por su respaldo a la educación de calidad que ofrece la UAT.
ASFALTO QUE TRANSFORMA: BETO GRANADOS LE CUMPLE A EL ALTO.
En Matamoros ya no se promete, se pavimenta. El alcalde Beto Granados arrancó una nueva obra de pavimentación en la colonia El Alto, sobre la calle Ordenamiento Urbano, entre Benjamín Gaona y Amistad, como parte del programa FAISMUN 2025.
Una vialidad más que deja atrás el polvo, los baches y el olvido. Esta acción no solo mejora el tránsito vehicular; es, sobre todo, un beneficio directo para las familias que por años han vivido en rezago.
Más seguridad, más calidad de vida, menos promesas y más resultados.
Granados lo dijo sin rodeos: «Matamoros avanza con hechos». Y con esta obra lo vuelve a demostrar.
El gobierno municipal no está apostando a discursos, sino a realidades tangibles que se ven, se caminan y se agradecen.
Cada calle rehabilitada es un paso firme hacia una ciudad más digna y funcional.
Así, con pavimento y voluntad, las colonias populares de Matamoros empiezan a escribir una nueva historia: la del progreso que por fin toca a su puerta.