olumna Opinión Económica Especial.

Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Profesor Investigador Nivel 2 del SECIHTI antes CONAHCYT.

El sábado 12 de julio, el presidente Donald Trump anunció la imposición de un arancel generalizado del 30% sobre todas las mercancías de exportación provenientes de México, efectivo a partir del 1 de agosto.

Esta medida se suma a los aranceles vigentes del 25% para productos que no cumplen con las reglas de origen del T-MEC, y aranceles del 50% para acero, aluminio y cobre, además del 25% para autos y autopartes no calificadas como originarias.

Hasta la fecha, los vehículos y autopartes con suficiente contenido estadounidense o que califican como originarios bajo el T-MEC están exentos de estos aranceles, pero esta exención depende de que el Departamento de Comercio establezca un procedimiento formal para aplicar tarifas solo al contenido no estadounidense.

A pesar de la clara reducción en la migración por la Guardia Nacional y el intenso combate al tráfico de fentanilo por parte del secretario de Seguridad García Harfuch, el gobierno estadounidense considera insuficientes los avances, especialmente ante la falta de detenciones de más líderes criminales.

Trump justifica los aranceles por el déficit comercial persistente y la percepción de que México no ha hecho lo suficiente contra el crimen organizado y el tráfico de drogas.

La tarifa anunciada de 30% para México sustituiría al “arancel de emergencia” de 25% que actualmente cobra Estados Unidos a los productos originarios de México que no cumplen con el T-MEC. Vale recordar que, a la fecha, solamente 47.16% de las importaciones desde México cumplen con las reglas del T-MEC.

Las nuevas tarifas buscan presionar a México para intensificar sus acciones en seguridad y comercio, aunque expertos advierten que podrían afectar gravemente las cadenas de suministro y los precios al consumidor en ambos países.

En respuesta, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, informó que el viernes 11 de julio una delegación mexicana de las secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Hacienda, Seguridad Pública y Energía se reunió con los departamentos de Estado, de Comercio y de Energía, además del Consejo de Seguridad Nacional y la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos para instalar la mesa de trabajo permanente binacional en la que serán desahogados los principales temas de la relación.

La mesa se convocó por el Departamento de Estado y tendrá la asistencia de todas las instancias que participan en los distintos asuntos.

Goldman Sachs mantiene su pronóstico de crecimiento del PIB cero para México en 2025, con un sesgo ligeramente positivo. Aunque reconoce que el aumento arancelario estadounidense podría tener un impacto negativo en la actividad económica, la institución no ha realizado ajustes adicionales a su previsión debido a la incertidumbre sobre posibles represalias y la evolución de las negociaciones comerciales.

Sin embargo, escenarios más negativos estiman que la imposición prolongada de aranceles podría provocar una caída de hasta 4% en el PIB mexicano y la pérdida de cientos de miles de empleos, especialmente en los sectores automotriz y manufacturero.

Es importante reconocer que, la insistencia de Trump en los aranceles responde menos a fundamentos económicos sólidos y más a una estrategia política y de presión internacional, aun cuando los riesgos de inflación, recesión y pérdida de poder adquisitivo para los propios estadounidenses sean advertidos por la mayoría de los expertos

Cómo en otras ocasiones, se espera que antes del 31 de julio México logre superar este nuevo desafío arancelario, sin embargo, en temas políticos se perciben mayores complicaciones a raíz del juicio contra Ovidio Guzmán López. Se
contamina el panorama por el riesgo de revelaciones sensibles y la tensión en la relación bilateral podrían dificultar la consecución de un acuerdo favorable generando incertidumbre tanto en el ámbito económico como político…