Por: José Medina

VICTORIA.- Las infecciones asociadas a la atención médica se han convertido en uno de los principales desafíos para el sistema de salud en Tamaulipas, alertó el subsecretario de Atención Médica de la Secretaría de Salud estatal, Martín Arturo Rodríguez Alcocer.

A esta problemática se suma la creciente resistencia antimicrobiana, fenómeno que complica el tratamiento de enfermedades y pone en riesgo la eficacia de los antibióticos disponibles.

“Hoy en día ya no basta con recetar un antibiótico esperando que la infección desaparezca. Nos enfrentamos a bacterias cada vez más resistentes, y eso enciende las alarmas del sistema de salud”, subrayó Rodríguez Alcocer.

El funcionario explicó que la resistencia a los antimicrobianos está reduciendo drásticamente las opciones terapéuticas eficaces, dificultando el control de infecciones, especialmente en entornos hospitalarios.

La situación se ha agravado en la zona sur del estado tras las recientes inundaciones provocadas por intensas lluvias, lo que ha incrementado la incidencia de enfermedades gastrointestinales, muchas de las cuales requieren tratamiento con antibióticos.

Esta circunstancia, advirtió el subsecretario, podría acelerar aún más el desarrollo de cepas resistentes.
“El reto es doble: atender de manera oportuna los brotes infecciosos en comunidades afectadas por fenómenos climáticos y, al mismo tiempo, evitar el uso indiscriminado de antibióticos, que podría desembocar en una crisis de salud pública aún mayor”, señaló.
Rodríguez Alcocer informó que la Secretaría de Salud realiza un monitoreo constante de los casos mediante un comando de atención médica, que permite analizar semana a semana la evolución de los padecimientos y coordinar estrategias de respuesta. Estas acciones incluyen la vigilancia especial a grupos vulnerables, como mujeres embarazadas, y la implementación de medidas preventivas en las zonas con mayor riesgo epidemiológico.
Finalmente, el subsecretario hizo un llamado a fortalecer la cultura del uso responsable de antibióticos tanto en la población como entre los profesionales de la salud, para frenar el avance de esta amenaza silenciosa que ya está afectando los cimientos del sistema sanitario.