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Enrique Jonguitud 

Ciudad Victoria, 14 de julio.- El río San Marcos, uno de los espacios naturales más simbólicos de Ciudad Victoria, sigue convertido en un auténtico basurero por ciudadanos que a diario arrojan desechos sólidos al cauce, según denunciaron vecinos y activistas ambientales.

A lo largo de su tramo urbano, el afluente muestra escenas alarmantes: bolsas de plástico colgadas entre las ramas, botellas flotando entre la corriente, muebles viejos a medio enterrar en la ribera y escombros esparcidos sin control.

Vecinos de colonias aledañas relataron que los residuos se acumularon particularmente en puntos como el vado de la avenida del Estudiante, la zona de paradas de autobuses en el centro de la ciudad en el bulevar Práxedis Balboa y detrás del Congreso local, donde personas aprovechan la falta de vigilancia para abandonar todo tipo de objetos.

 Aseguraron que la situación no sólo afea el entorno, sino que representa un foco de infección, sobre todo durante la temporada de calor.

Activistas señalaron que gran parte del problema proviene de la rutina diaria: vendedores ambulantes, automovilistas y transeúntes tiran sus desperdicios al paso, pese a que en muchas áreas existen contenedores y señalamientos. Denunciaron que incluso se han detectado puntos donde se arrojan escombros de obras menores, sin ninguna sanción.

Vecinos y ambientalistas advirtieron que, mientras no se recupere el sentido de pertenencia hacia el San Marcos, la basura seguirá arrastrando el río a su deterioro. Pidieron a la sociedad civil asumir su parte de responsabilidad, antes de que la contaminación haga del afluente una herida ambiental irreversible para Ciudad Victoria.