Columna Opinión Económica y Financiera Agropecuaria.
Dr. Jorge A. Lera Mejía.
El precio del sorgo en Tamaulipas ha caído de manera preocupante durante 2025, ubicándose en niveles que no cubren al menos, los costos de producción.
Actualmente, la tonelada se paga entre 3,600 y 4,600 pesos, dependiendo de la región, pero en muchas zonas el precio ronda los 3,600 pesos, lo que representa una caída significativa frente a los costos necesarios para que los productores puedan recuperar su inversión y trabajo.
Esta situación ha generado una crisis entre los sorgueros, quienes se encuentran endeudados y desmotivados, y han solicitado al gobierno federal un subsidio directo de 2,400 pesos por tonelada para alcanzar un ingreso de 6,000 pesos por tonelada, considerado como el precio de garantía necesario para la viabilidad del cultivo.
Comparativa con Estados Unidos
A diferencia de México, los productores de sorgo en Estados Unidos reciben múltiples subsidios federales y estatales, lo que les permite operar con mayor rentabilidad y competitividad en el mercado internacional. El gobierno estadounidense ha implementado programas como el Programa de Facilitación de Mercados, pagos directos y anticíclicos, así como apoyos para la adquisición de semillas mejoradas y tecnología agrícola avanzada, incluyendo variedades de sorgo de alto rendimiento y tolerancia a la sequía. Estos incentivos han permitido que el sorgo estadounidense sea más competitivo frente al mexicano.
Demandas y propuestas de los productores mexicanos
Los sorgueros de Tamaulipas y otras regiones han planteado varias demandas y propuestas para enfrentar la crisis:
Restablecimiento de precios de garantía para el sorgo y otros granos básicos, similares a los que existieron en administraciones pasadas.
Reactivación y fortalecimiento de programas como Procampo, que otorgaba subsidios directos por superficie cultivada y permitía a los productores invertir en insumos, semillas y tecnología.
Subsidios específicos para semillas mejoradas y fertilizantes, como se ha implementado en otros estados, donde se otorgan apoyos por hectárea para la adquisición de insumos agrícolas.
Respaldo para almacenamiento y transporte, para evitar la venta forzada a precios bajos y permitir a los productores negociar mejores condiciones hasta la venta final.
Apoyo institucional para la gestión de créditos y financiamiento, ante la falta de líneas de crédito que agrava la vulnerabilidad de los productores.
Cabildeo y negociación con autoridades federales y estatales para liberar subsidios y considerar al sorgo como un bien estratégico nacional.
Importaciones y soberanía agropecuaria
El desplome de la producción nacional de sorgo y maíz ha incrementado las importaciones de estos granos. Entre enero y mayo de 2025, México importó 295,000 toneladas métricas de sorgo y 430,000 toneladas de maíz blanco, principalmente de Estados Unidos, debido a la sequía y la baja rentabilidad del campo nacional. Esta situación pone en riesgo la soberanía agropecuaria y la tradicional posición de Tamaulipas como el «granero de México».
Contexto climático y oportunidad
A pesar de la crisis, la actual temporada de lluvias ofrece una oportunidad para recomponer la producción agrícola y reducir la dependencia de importaciones. Sin embargo, esto solo será posible si se implementan apoyos efectivos y se retoman políticas públicas que respalden a los productores de granos a nivel nacional.
La crisis del sorgo en Tamaulipas refleja la urgencia de restablecer subsidios, precios de garantía y apoyos integrales para el campo mexicano, emulando las políticas de respaldo que reciben los agricultores en Estados Unidos. Solo así se podrá recuperar la rentabilidad, aprovechar las condiciones climáticas favorables y avanzar hacia la soberanía agropecuaria.