Columna Opinión Económica y Financiera.
Dr. Jorge A. Lera Mejía
Profesor investigador UAT, Nivel 2 SNII SECIHTI.
El colapso del turismo y la conectividad aérea en Estados Unidos en 2025, especialmente en 15 aeropuertos internacionales que han registrado caídas de vuelos, conexiones y visitantes entre el 10% y el 30%, es resultado de una convergencia de factores económicos, políticos y sociales que han alterado profundamente el ecosistema turístico y de servicios del país.
Causas principales del fenómeno
La actual administración ha reintroducido y endurecido restricciones de visado para turistas, trabajadores y estudiantes internacionales, así como prohibiciones directas a ciudadanos de al menos 12 países y restricciones adicionales a otros siete. Estas medidas han generado una percepción internacional de hostilidad y falta de hospitalidad, afectando la imagen de Estados Unidos como destino seguro y abierto.
El aumento de aranceles a socios clave como Canadá, México, China y amenazas a la Unión Europea han deteriorado relaciones bilaterales, encarecido productos y servicios, y provocado boicots y caídas drásticas en la llegada de turistas, especialmente de Canadá (con descensos de hasta el 38% por carretera y 24% por aire en mayo de 2025).
La inflación persistente y un dólar fuerte han encarecido los viajes a Estados Unidos para extranjeros, reduciendo la competitividad del destino frente a alternativas más asequibles y hospitalarias.
La pandemia consolidó el teletrabajo y el “home office”, disminuyendo la necesidad de viajes corporativos y afectando el turismo de negocios y eventos. Además, los consumidores priorizan el ahorro y buscan experiencias más económicas y menos masificadas.
Accidentes aéreos recientes, problemas en el control del tráfico aéreo y nuevas regulaciones de seguridad (como la exigencia de ‘Real ID’) han incrementado la percepción de riesgo, desincentivando tanto al viajero internacional como al doméstico.
Universidades importantes norteamericanas pierden estudiantes internacionales ante restricciones de visados y retiro de subsidios gubernamentales.
Efectos inmediatos y estructurales
Las llegadas internacionales han caído entre un 5% y un 9% en 2025, con descensos aún más pronunciados en mercados clave (Canadá, Europa Occidental, América Latina). El gasto de visitantes internacionales se prevé que caiga hasta un 10,9% respecto a 2024, con pérdidas estimadas entre 12.500 y 29.000 millones de dólares sólo en 2025.
Los 15 principales aeropuertos internacionales han visto reducidas sus frecuencias, conexiones y tráfico de pasajeros, lo que afecta la viabilidad de rutas, la conectividad interna y la posición de EE.UU. como hub global.
El turismo de ocio, negocios y eventos se ha desplomado en ciudades icónicas como Nueva York, Las Vegas, Nueva Orleans y destinos naturales como Arizona, con caídas en ingresos hoteleros de hasta el 40% y cierre masivo de pequeños comercios y servicios.
El sector turístico, que emplea directa e indirectamente a más de 20 millones de personas y representa el 9% del PIB estadounidense, enfrenta despidos masivos, reducción de inversiones y una crisis en la cadena de suministros vinculada a la aviación, hostelería y servicios conexos.
Final del «sueño americano»
La crisis actual está deteriorando de manera significativa la percepción global del «sueño americano». Tradicionalmente, este concepto representaba la oportunidad de prosperar y alcanzar una vida mejor en Estados Unidos, independientemente del origen de la persona. Sin embargo, la combinación de políticas migratorias y comerciales restrictivas, el endurecimiento de la retórica política y las crecientes dificultades económicas han erosionado ese ideal tanto dentro como fuera del país.
Tendencias a corto y mediano plazo
Los expertos coinciden en que la “antipatía” hacia EE.UU. y la percepción de país cerrado persistirán mientras no haya un cambio de rumbo político, lo que mantendrá la caída de visitantes y el déficit económico hasta al menos el final de la actual administración.
Destinos alternativos como México, el Caribe y países europeos están captando a los viajeros que tradicionalmente elegían EE.UU., aprovechando la oportunidad para fortalecer su oferta y reputación internacional.
El turismo doméstico también se ve afectado por la cautela de los consumidores y la preferencia por destinos menos concurridos y más económicos, lo que obliga a una reconfiguración de la oferta y la promoción de destinos secundarios.
A mediano plazo, la recuperación dependerá de la capacidad del sector para innovar, adoptar tecnologías, diversificar la oferta y apostar por la sostenibilidad, en línea con las nuevas demandas de los viajeros globales.
Estados Unidos enfrenta en 2025 una crisis inédita en su sector turístico y de conectividad aérea, resultado de políticas restrictivas, tensiones comerciales, inflación y cambios en la demanda global. El impacto es profundo y estructural, con efectos en el empleo, la economía y la imagen internacional del país. La tendencia, salvo un giro político y estratégico, es de persistencia de la crisis y pérdida de liderazgo turístico en el corto y mediano plazo.