Columna Opinión Económica y Financiera.
Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Durante los primeros cinco meses de 2025, los ingresos por remesas hacia México registraron una disminución significativa, atribuida principalmente al endurecimiento de las políticas migratorias y laborales en Estados Unidos desde enero, incluyendo redadas masivas y amenazas de nuevos gravámenes a los envíos de dinero.
En mayo de 2025, las familias mexicanas recibieron 5,360 millones de dólares en remesas, lo que representa una caída anual de 4.6% respecto al mismo mes de 2024, marcando el segundo mes consecutivo de descensos.
El acumulado de remesas en el periodo enero-mayo 2025 fue de 24,375 millones de dólares, cifra 3.0% inferior a la del mismo periodo de 2024 (25,120 millones de dólares).
El 99.1% de las remesas se realizó por transferencias electrónicas; solo el 0.7% en efectivo y 0.2% mediante money orders.
El envío promedio fue de 385 dólares por transacción en mayo, con una reducción de 5.7% en el número de operaciones respecto al año anterior.
La propuesta de impuesto a remesas en EE.UU. se redujo del 3% al 1% y se aplicará únicamente a envíos en efectivo o cheques, lo que representa una fiscalización sobre apenas el 0.9% del total enviado.
El empleo de trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos disminuyó en los primeros meses de 2025. Según datos del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) y la Current Population Survey, en el primer trimestre se perdieron más de 132,000 empleos de migrantes mexicanos, una baja de 1.8% anual.
Esta contracción afectó principalmente a los hombres (pérdida de 141,598 empleos, -2.9%), mientras que el empleo femenino tuvo un leve aumento (0.4%).
El debilitamiento del empleo se atribuye tanto a la menor demanda laboral como al retiro voluntario de trabajadores indocumentados ante el temor a redadas y deportaciones masivas.
El efecto disuasorio de las políticas migratorias estadounidenses y el despliegue de fuerzas de seguridad en la frontera han reducido la presencia y el envío de recursos de los migrantes.
La caída en remesas rompe una racha de crecimiento sostenido desde 2012 y se da en un contexto donde las remesas representan casi el 4% del PIB mexicano.
Las políticas migratorias restrictivas y los operativos de deportación han generado incertidumbre y menor flujo de recursos a México, afectando directamente a millones de familias receptoras.
La reducción del impuesto propuesto a remesas mitiga parcialmente el impacto fiscal sobre los envíos, ya que casi la totalidad de las remesas se envían electrónicamente y solo una fracción mínima sería gravada.
El endurecimiento de las políticas migratorias y la amenaza de impuestos en EE.UU. han tenido un impacto negativo tanto en el empleo de migrantes mexicanos como en los ingresos por remesas en 2025, con efectos directos sobre la economía familiar en México y la estabilidad de los flujos transfronterizos de recursos.
Se espera que los ingresos por remesas en los próximos meses sigan bajo presión, con posibles nuevas caídas o, en el mejor escenario, un crecimiento muy bajo respecto a años previos. Factores como la política migratoria estadounidense, la aplicación de impuestos y la incertidumbre laboral para los migrantes serán determinantes para la evolución de estos flujos.
Por otra parte, si la desaceleración económica en EE.UU. se profundiza es probable que impacte aun más la caída de envíos, ya afectada por las redadas, el miedo a salir al trabajo y enviar dinero, incluido el impuesto, ahora reducido por el Congreso, por lo que se estima se recibirá menos dinero por remesas en los próximos meses, tanto por una reducción en la cantidad enviada como por una posible pérdida de poder adquisitivo en México…