Reflector/ Gilda R. Terán.
Ante los embates de la naturaleza, y mas aun que entramos en la temporada de huracanes, y
que se ha dejado sentir los estragos de esta tormenta que no toco los municipios
pronosticados, pero aun así la humedad de lluvias intensas en la entidad dejó estragos.
Y es que los remanentes de Barry, hicieron de las suyas, primeramente por dejar tantos
lugares, colonias, vías de circulación, inundadas, podemos reconocer que entró al quite
inmediatamente para prestar pronto auxilio las autoridades de Protección Civil para ayudar
en contingencias de esta naturaleza.
Pero Aquí en esta ciudad capital, esta humedad de Barry, no perdonó la larga vida de un
gran arbusto, el cual sucumbió desde su raíz, y es que este árbol cuentan que tenia una edad
de mas de 120 años.
Y seguramente este bondadoso árbol oxigenó largo tiempo a todos los paseantes del Paseo
Pedro J. Méndez, en este icónico lugar era donde moraba este frondoso follaje en donde era
muy asediado para disfrutar de su sombra, su quietud y los alegres pajarillos que
acostumbraban posar en su verde ramaje.
Por lo pronto las autoridades pertinentes, accionaron para proteger el área y seguir con lo
conducente para retirar a este arbusto que muchas historias guardó en su estancia en este
Parque de paseo familiar.
DIF TAMAULIPAS DIGNIFCA LA DISCAPACIDAD.
Hasta el Ejido 1º. De Abril, del municipio de Llera, se trasladaron los “Mensajeros de la
Paz “para ayudar a una humilde familia en donde cinco de sus integrantes, cursan
condiciones de discapacidad, visual auditiva y verbal.
El Gobierno de la transformación, a través del Sistema DIF Tamaulipas, sigue enarbolando
causas nobles, para llevar ayuda a familias vulnerables, por lo pronto en esta visita al hogar
de la familia con problemas de discapacidad llevaron esperanzas y acciones para dignificar
su calidad de vida.
Los mensajeros se abocaron a dar atención integra, desde proporcionar sus actas de
nacimientos, aparatos y artículos ortopédicos, como bastones retráctiles para personas con
discapacidad visual, así como un chequeo médico general para conocer sus condiciones de
salud.
Se les dio de alta en los servicios IMSS- Bienestar, para que tengan acceso a los servicios
médicos, además se les dará su dotación mensual de alimentos básicos, en fin a esta ayuda
integral se le dará seguimiento para tengan una vida digna y productiva.
“MOLINOS DE VIENTO”.
Existen algunos molinos que se han manejado siempre del viento para algún fin específico,
como la obtención de cereales, como aquellos que se distinguen por aprovechar la dirección
y la fuerza del viento para producir trabajo, de tal forma que la energía resulte útil.
Y en ocasiones durante nuestro diario vivir nos vemos obligados a construir molinos que
nos ayuden a ubicar ese viento, el cual no siempre se mueve como nos gustaría, de hecho,
algunas veces hemos querido detenerlo y no somos capaces.
Pues en ocasiones ese aire nos da de cara y nos impide ver claramente, otras nos empuja
desde la espalda hacia donde no queremos ir, y creemos que se asemejan a los molinos de
viento de la obra literaria del “Quijote de la Mancha”.
Seguramente, que casi todos hemos leído o conocido algunos pasajes de este cuento
magistral de Cervantes de Saavedra, en donde hay un marcado relato en el cual su
personaje principal pretende pelear con los molinos de vientos.
Cuentan sus letras que iba por el camino don Quijote, cuando de pronto divisa en el campo
estas largas torres amainadas por el viento, y pretende pelear con ellas porque fielmente
para el eran unos gigantes que tenía que exterminar y que era un mal para el mundo.
Y continuando su aventura quijotesca, cuando los vio, dijo “la ventura va guiando nuestras
cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se
descubren treinta o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y
quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que esta es
buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la
tierra”.
Pero su fiel escudero le contestó ¿Qué gigantes? , y el caballero andante le respondió
“aquellos que allí se ven, esos de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos
leguas, y bueno esta escena termina cuando Don Quijote, a pesar de la advertencia y el
toque de realismo de Sancho, quien le advierte que no son gigantes, sino solo molinos, es
lanzado junto con su caballo, por un aspa de estos artefactos después de haber intentado
pelear con su espada.
Y este episodio lo relaciono mucho con los miedos que hemos experimentado en algún
momento de nuestras vidas, es que así se presentan los temores en la vida de una persona:
como gigantes a los cuales no podemos vencer, en vez de percibirlos solo como molinos de
viento.
Hay que tomar en cuenta, que en ocasiones el miedo nos paraliza, y podemos hasta generar
situaciones imaginarias, que nos impide ver la realidad y por lo tanto actuar, ya que este
mecanismo se activa con frecuencia cuando no tenemos control de una situación, o cuando
no sabemos qué puede pasar en el futuro porque algún aspecto que nos daba seguridad se
ha modificado.
Y bueno, hasta cierto punto, es un instinto natural huir de lo que nos da temor y buscar para
abrazar lo que nos da seguridad, y como queremos sentirnos seguros, la mente quiere
anticipar situaciones trayéndolas al presente en los pensamientos, para intentar controlarlos.
Consideremos que a lo largo de nuestra vida, muchas veces tenemos que enfrentarnos a
situaciones difíciles e imposibles de superar humanamente hablando, ellas se levantan
contra nosotros intentando no sólo afectarnos en lo físico- emocional, sino también en lo
espiritual.
Y es que en el diario vivir, con frecuencia, se nos acercan gigantes y a veces se quieren
quedarse instalados en nosotros, entre estos pueden ser emociones, como: el miedo,
desánimo, rabia, tristeza, impaciencia, pesimismo, depresión, envidia, enfermedades, etc.
Debe de saber que estos estados emocionales si se le permite por largo plazo su
permanencia en nuestras vidas, alimentándolos en lugar de combatirlos, derivará en
afectación de nuestra salud física-mental, espiritual, en si enfermedades que pueden
estancarse para aniquilar el alma.
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» (Isaías 41:10).
Nos vemos hasta la próxima.
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