Cd. Victoria, Tam.- Ahora dicen que no está. Que los iranís olfatearon a tiempo los planes de DONALD y por su red de túneles sacaron de las instalaciones nucleares el material radiactivo ya enriquecido, en previsión del ataque que efectivamente ocurrió el fin de semana pasado, con sus bombas de penetración GBU-57.
De manera especial, en la base de Fordow, escondida bajo las montañas. Misma que, con sus similares de Isfahán y Natanz, fueron los blancos seleccionados por una aparatosa estratagema que contempló dos flotillas de aviones B2:
(1) El grupo que cruzó el océano Pacífico y luego el Índico como maniobra de distracción.
(2) Y su gemelo que atravesó el Atlántico y soltó las bombas que (según la versión oficial) causaron una devastación exitosa, digna de superlativos típicamente trumpianos como: amazing, fabulous, tremendous, terrific, incredible, fantastic, beautiful, great.
Pero la duda se filtra en las agencias informativas, incomoda a los analistas, comunicadores, opinólogos, de allá y de acá. Detrás de tantos adjetivos triunfalistas, se detectan huecos informativos.
Teniendo sistemas tan desarrollados de vigilancia satelital (capaces de leer hasta el periódico que tiene en sus manos un caballero sentado en Central Park) uno se pregunta dónde están las imágenes de las respectivas explosiones en los tres bunkers.
LINEA DE TIEMPO
Tan orgullosos como se muestran de sus monstruosas bombas, ¿por qué no las vemos detonando al momento de alcanzar sus objetivos?… Si acaso han mostrado imágenes de un “antes” y un “después” (before & after) de las explosiones.
Pero resulta que se parecen demasiado el “before” y el “after”. Tanto que con un buen filtro de Photoshop el autor de esta columna podría haber elaborado ambas. A partir del “antes”, desvanecer, decolorar, deformar la imagen para crear un “después.”
Es decir, para un mandatario tan orgulloso de sus logros y muy dado a la ostentación de sus proezas como es el tío DONALD, resulta extraño que nos pichicateen tales fotos históricas. Ello, a menos que sus resultados sean muy pobres y no quieran compartirlos,
Prefieren insistir en que hubo dos flotillas aéreas involucradas en el ataque a las instalaciones. Estrategia de engaño diseñada para confundir a las defensas del gobierno persa, simulando un ataque desde el oriente para en realidad golpear desde el occidente.
SUPERBOWL BÉLICO
Maniobra de distracción que parece diseñada por algún “coach” de futbol americano. Cuando parece que el avance va en una dirección, se instrumentan jugadas de engaño para confundir a los tacles del equipo contrario.
Un mariscal de campo puede simular un pase mientras un corredor se prepara para avanzar con el balón en la dirección opuesta. De la misma manera, se habría desviado la atención de los defensores iraníes al hacerles creer que el ataque vendría desde una dirección diferente.
En ambos escenarios, el factor sorpresa es fundamental. Sin embargo (valga insistir) para un showman empedernido como TRUMP, resultó poco (o nada) espectacular (ni explícito, ni convincente) el evento que buscaba reposicionarlo en el gusto del público.
Maniobra que relanzaría su imagen, pensando en el proceso electoral del entrante 2026, cuando deban renovarse las 435 curules de la Cámara de Representantes, 33 de los 100 escaños senatoriales y 39 gobernadores.
Y esto le preocupa, luego de su caída de popularidad tras las revueltas hispanas en una treintena de ciudades estadounidenses; las broncas con los gobernadores demócratas que lo acusan de violentar el pacto federal y su fracaso como mediador en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por todo ello, reventar con bombas antibúnker las instalaciones nucleares de la Guardia Islámica parecía un bien calculado golpe de popularidad. ¿Y qué pasó?… Pues, hombre, es algo que sus fans republicanos quisieran saber.
VIEJO CUENTO
Hay, al menos, un antecedente significativo y en el mismo partido. La agresión contra Irak del segundo BUSH (2003) luego del ataque a las Torres Gemelas (2001). Tras derrocar a los talibanes en Afganistán, GEORGE dirige su mirada a SADDAM HUSSEIN.
Solo que (a diferencia del régimen afgano) no había pruebas que vincularan al gobierno iraquí con AL QAEDA ni con su líder OSAMA BIN LADEN. Fue entonces que inventó el argumento de que SADDAM estaba fabricando armas de destrucción masiva.
Coartada que recibió el espaldarazo republicano en las cámaras, pero también de la senadora demócrata por Nueva York HILLARY CLINTON.
Sin embargo, las fuerzas multinacionales de la ONU (los cascos azules) se negaron a participar. No había pruebas fehacientes ni de la complicidad con AL QAEDA ni del armamento letal.
BUSH decidió entonces dar un manotazo en el tablero, hacer a un lado a la ONU y atacar por su cuenta, con el único apoyo del Reino Unido, gobernado entonces por el laborista TONY BLAIR. Pero también (en el papel de bufón) el mandamás español JOSÉ MARÍA AZNAR.
Hicieron su numerito, invadieron Irak, hubo un amplio despliegue de tropas, toneladas de explosivos, millares de muertos y huérfanos de guerra, zonas habitacionales destruidas.
Y al final resultó que (1) ni encontraron las bombas superdestructivas, (2) ni pudieron probar que existía una relación entre el gobierno de Bagdad y la referida organización terrorista. Importa recordar estas pifias en el presente 2025, para lo que se pudiera ofrecer.
BUZÓN: [email protected]