La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Las encuestas mandan una radiografiía de la conducta ciudadana, ante cuatro probables estímulos. Una cerrada batalla entre los senadores Olga Sosa y José Ramón Gómez Leal. Le sigue, en un no muy lejano tercer lugar la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Cantú Rosas; Maky Ortíz a consecuencia de sus técnicas erráticas en su estilo de vincularse con los reynosenses, se derrumbó a un modesto, pero indiscutible cuarto lugar.
Por supuesto Sosa y JR, puntean en los sondeos por su amplio conocimiento en Tamaulipas. Hay razón: ambos han recorrido la entidad completa por sus campañas; la actividad de Cantú Rosas, por la naturaleza del cargo, ha sido encapsulada en su territorio.
Donde el asunto se complica para Olga y el Principito del guachicol, es en los negativos que poseen a juicio de los ciudadanos tamaulipecos. Los dos senadores, caen al fondo y oscureen sus propios números: superan con mucho, a su adversaria Carmen Lilia: ambos, tienen casi ocho veces una mala opinión ciudadana que la alcadesa nuevoleredense.
¿Y Maky?
El desastre para los Makyiavélicos es sorpresivo.
Casi el 40 por ciento de los tamaulipecos que dicen conocerla, tienen una mala opinión de su persona.
El asunto se agravó con las inundaciones que azotaron a los reynosenses y la grotesca reacción del alcalde Makyito. Fue la variable que precipitó el desgaste político de la familia Peña Ortiz.
Esos datos, están circulando entre los capitanes tamaulipecos del dinero. No quieren apostar a un proyecto que pueda hacer agua en una contienda electoral. Son los sondeos más imparciales, sin la emoción y sin la adrenalina, de quienes participan como actores en los comicios.
Es la medición de los hombres de negocios.
Saque sus conclusiones.
¿Cuáles son los puntos que debilitan a Sosa y a JR?
Obviamente: sus nexos con los cada vez más famosos, y poderosos, grupos criminales que se benefician del trasiego de combustibles a EUA y de EUA a México.
En más de una investigación en USA y nuestro país, Sosa y Gómez Leal, están involucrados como piezas orgánicas de esos movimientos bajo sospecha.
Esa es la fortaleza de Carmen Lilia.
Su capacidad competitiva, se potencia en un escenario cara a cara con ese tipo de actores políticos; al interior del partido y fuera de MORENA.
El gobierno también ha hecho mediciones demoscópicas; sin duda: no con la precisión, de las no gubernamentales.
Los usos de esas auscultaciones, es lo que ofrece los números reales o dígitos irreales.
Bajo la óptica objetiva, la senadora Ortíz Domínguez está prácticamente fuera de la contienda; aunque ella presume que tiene espacio en el Partido Verde.
¿Puede MORENA desestimar las encuestas?
Sí, con un gran costo político y un ancho repudio ciudadano.