Columna Opinión Económica y Financiera.

Dr. Jorge A. Lera Mejía

Investigador nacional Nivel 2 del Conahcyt. Línea de investigación Desigualdad, Migración y Remesas. [email protected]

En el contexto de los retos ambientales que enfrenta México, el municipio de Altamira, Tamaulipas, ha emergido como un referente nacional e internacional en la aplicación de políticas públicas alineadas con la Agenda 2030 de la ONU. Bajo la administración del alcalde Armando Martínez Manríquez, Altamira ha implementado una serie de acciones integrales para la recuperación y preservación del medio ambiente, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para otras ciudades del país.

Uno de los proyectos emblemáticos de la gestión de Martínez Manríquez es la recuperación de la profundidad de la laguna del Champayán, vital para el suministro de agua potable y la biodiversidad local. Mediante labores de desazolve y dragado, utilizando tanto una draga de propiedad municipal como otra facilitada en comodato por el gobierno estatal de Américo Villarreal Anaya, se han retirado más de 750,000 metros cúbicos de sedimentos, incrementando la profundidad de la laguna de apenas 30 centímetros a hasta 2.5 metros en algunas zonas, e incluso alcanzando los cuatro metros en áreas específicas. Este esfuerzo no solo ha mejorado la calidad del agua y eliminado malos olores, sino que ha permitido la recuperación de hábitats y la prevención de crisis hídricas como las vividas en años recientes.

Altamira se ha posicionado como el primer municipio en Tamaulipas y de los pocos en México en tratar el 100% de sus aguas residuales, gracias a la construcción y operación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en el sector La Pedrera, así como la modernización de otras dos plantas PTAR en el municipio. Este avance es fundamental para la salud pública y la sostenibilidad ambiental, permitiendo que las aguas residuales sean correctamente tratadas antes de su retorno al entorno natural, lo que contribuye a la protección de cuerpos de agua y la biodiversidad local.

La administración municipal ha impulsado una política firme en la gestión de residuos sólidos urbanos. Se está exigiendo a la empresa TECMED el cierre definitivo del relleno sanitario conurbado, que ya está saturado y funcionaba como un tiradero a cielo abierto, promoviendo la creación de un nuevo relleno sanitario con mejores prácticas ambientales. Paralelamente, se ha avanzado en la instalación de una planta trituradora de llantas de desecho, con el objetivo de reducir la contaminación causada por estos residuos y fomentar la economía circular en la región. Un proyecto que impulsa el Cabildo altamirense, es la instalación de una Planta recicladora de Residuos Sólidos, misma que a futuro dará un mejor tratamiento a las basuras que produce la región del sur conurbado de Tampico, Madero y Altamira y requiere un mejor trato integral entre las tres administraciones municipales.

Las tierras recuperadas de las antiguas lagunas de oxidación, que durante décadas fueron focos de contaminación y malos olores, están siendo transformadas en áreas verdes, parques y jardines. Estos espacios, ahora serán destinados al esparcimiento familiar y actividades deportivas, para contribuir a la mejora de la calidad de vida de los habitantes y a la creación de pulmones urbanos que ayudan a mitigar los efectos del cambio climático.

La regulación de las emisiones contaminantes provenientes de las plantas petroquímicas del puerto y el corredor industrial ha sido una prioridad para el municipio. En coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), se han implementado acciones para vigilar y sancionar a las empresas que incumplen con la normativa ambiental, asegurando así la protección de la salud pública y del entorno ecológico. Estas acciones han fortalecido la imagen de Altamira como un municipio comprometido con el desarrollo sostenible y la justicia ambiental.

Gracias a estos esfuerzos, Altamira ha recibido reconocimientos a nivel nacional e internacional como un modelo de municipio limpio y saludable. La gestión transparente y eficiente de los recursos públicos, junto con la participación activa de la ciudadanía y el sector privado, ha permitido consolidar proyectos de infraestructura, agua potable, recolección de basura y bienestar social, marcando un hito en la historia de la ciudad.

La visión y el compromiso del alcalde Armando Martínez Manríquez han transformado a Altamira en un ejemplo de sostenibilidad ambiental, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Las acciones emprendidas en la recuperación de cuerpos de agua, tratamiento de residuos, creación de espacios verdes y regulación ambiental demuestran que es posible avanzar hacia un modelo de ciudad limpia, saludable y resiliente, en beneficio de las presentes y futuras generaciones.