● Resaltan preocupaciones por el mangle en Tampico: entre la sostenibilidad y
el desarrollo urbano
Por Agustin Peña Cruz
Tampico, Tamps.- En un contexto cada vez más marcado por la tensión entre crecimiento
urbano y sostenibilidad ambiental, la alcaldesa de Tampico, Mónica Villarreal Anaya, ofreció
una entrevista en la que fijó postura frente a las recientes manifestaciones de ambientalistas
que temen una nueva pérdida de manglar en la Laguna del Carpintero, uno de los
ecosistemas más emblemáticos del sur de Tamaulipas.
La protesta, celebrada el pasado domingo 8 de junio, estuvo encabezada por el colectivo
“Restauremos la Laguna del Carpintero”, el cual ha denunciado lo que considera una
amenaza directa a los remanentes de mangle que aún subsisten en la zona. Portando
pancartas con mensajes como “mangle sí, hoteles no”, los activistas exigieron la
cancelación del proyecto hotelero anunciado por el gobierno estatal, encabezado por el
mandatario Américo Villarreal Anaya, que contempla la instalación de un Fiesta Americana
cinco estrellas, con albercas y zona de estacionamiento.
UNA ALCALDESA A LA DEFENSIVA
Frente a las crecientes críticas, la alcaldesa Mónica Villarreal fue clara en su defensa del
proyecto. En entrevista, aseguró que “el área designada para el hotel actualmente funge
como estacionamiento y no contiene un solo ejemplar de mangle, planta o especie animal
que represente riesgo ambiental.”
Respaldó sus declaraciones con estudios realizados por el Instituto Metropolitano de
Planeación del Sur de Tamaulipas (IMEPLAN) y la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (SEMARNAT), además de recordar que durante el anuncio oficial del
proyecto —presidido por el gobernador— se contó con la presencia de la titular de
SEDUMA, Karina Lizeth Saldívar Lartigue, lo que, en palabras de la alcaldesa, “otorga
legitimidad al proceso y demuestra que cumple con los requerimientos normativos.”
EL PASADO QUE NO SE HA REPARADO
Cuestionada sobre la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que
en 2016 ordenó la reparación del daño ecológico causado por la tala de mangle en el marco
del fallido “Parque Temático Ecológico”, la alcaldesa reconoció que “el mangle no ha sido
completamente recuperado”. Sin embargo, subrayó la intención de su administración de
solicitar aprobación a PROFEPA y SEMARNAT para “reproducir ese mangle y agilizar el
proceso de reforestación”.
Sobre la posibilidad de sancionar a los responsables del daño ecológico, Villarreal Anaya
aclaró que existe “un procedimiento judicial en curso”, y puntualizó que dicho daño
“corresponde al ámbito federal y no al municipal”. Aun así, aseguró que el gobierno local
“está abonando a la recuperación del entorno en el menor plazo posible”.
EL DILEMA DE LOS HUMEDALES: DERECHO HUMANO O LUJO URBANO
Más allá de la defensa institucional del proyecto, lo cierto es que la discusión sobre la
Laguna del Carpintero ha escalado a nivel constitucional e internacional. Diversos
organismos, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), han
citado el caso de Tampico como ejemplo de la importancia del principio de precaución en la
protección de los ecosistemas.
La SCJN, en su sentencia 307/2016, fue contundente: “el desarrollo de un proyecto en una
zona de humedales sin la autorización correspondiente contraviene el principio de no
regresión ambiental”. Asimismo, recordó que la afectación a ecosistemas como el mangle
no requiere necesariamente la demostración de un daño concreto para proceder
jurídicamente. La sola posibilidad de afectación activa el deber del Estado de proteger esos
entornos.
El artículo 4 constitucional establece el derecho de toda persona a un medio ambiente sano
como un derecho humano autónomo, sin necesidad de ligarlo a otros derechos como la
salud o la propiedad. En este sentido, la manifestación ciudadana adquiere un valor jurídico
importante al amparo del Acuerdo de Escazú, ratificado por México en 2021, el cual obliga a
las autoridades a garantizar el acceso a la justicia y la participación ciudadana en asuntos
ambientales.
LA TENSIÓN PERSISTE
A pesar de las declaraciones oficiales, la desconfianza ciudadana no cede. Activistas y
académicos insisten en que los daños al ecosistema en la Laguna del Carpintero no han
sido reparados, y temen que nuevos proyectos se impongan sin una evaluación ambiental
independiente. Para muchos, la ausencia de ejemplares de mangle en el área actual no
elimina el contexto histórico ni la fragilidad del entorno.
Mientras tanto, la ciudadanía organizada sigue pugnando por mayor transparencia, estudios
de impacto ambiental confiables y la posibilidad de co-participar en la toma de decisiones.
La Laguna del Carpintero no solo representa un cuerpo de agua o un atractivo turístico, sino
también un símbolo de resistencia ecológica en una ciudad donde los intereses económicos
y los derechos ambientales parecen estar en curso de colisión.
Por lo tanto, el equilibrio entre desarrollo y conservación, Tampico enfrenta una prueba de
madurez democrática. La respuesta —de las autoridades, de los tribunales y de la
sociedad— marcará un precedente no sólo para esta ciudad portuaria, sino para la política
ambiental en todo México.