Columna Rosa, sólo para Mujeres.

Por: Lic. Bárbara Lera Castellanos.

La educación financiera es una herramienta esencial para el desarrollo personal y económico, especialmente para mujeres y jóvenes, grupos que históricamente han enfrentado barreras para acceder a conocimientos y recursos financieros.

Su importancia radica en que permite a estos sectores tomar decisiones informadas, alcanzar la independencia económica y contribuir al bienestar familiar y social.

La educación financiera empodera a las mujeres al capacitarlas para tomar decisiones económicas autónomas, reduciendo su dependencia financiera de terceros y fomentando su independencia económica.

Este conocimiento les permite gestionar mejor sus ingresos, ahorrar, invertir y planificar su futuro financiero, lo que contribuye a una mayor seguridad económica a largo plazo.

Además, la educación financiera ayuda a cerrar la brecha de género en el ámbito económico, ya que las mujeres adquieren herramientas para negociar salarios justos y superar desigualdades salariales.

El acceso a la educación financiera también impulsa el emprendimiento femenino, facilitando la creación y gestión de negocios propios, lo que no solo mejora la economía personal sino que también fortalece la economía local y regional.

En América Latina, por ejemplo, programas específicos apoyan a mujeres microemprendedoras con formación en gestión financiera, metodologías ágiles y acceso a redes de apoyo, lo que aumenta sus posibilidades de éxito y sostenibilidad.

Además, la educación financiera contribuye al bienestar familiar, ya que las mujeres suelen ser las principales administradoras del hogar y, al mejorar sus habilidades financieras, pueden garantizar una mejor estabilidad económica para sus familias.

También les proporciona herramientas para enfrentar crisis económicas y reducir el endeudamiento excesivo, aspectos cruciales para mantener la salud financiera en situaciones adversas.

Para los jóvenes, la educación financiera es fundamental para desarrollar habilidades que les permitan manejar su dinero de manera responsable desde temprana edad.

Aprender a administrar un presupuesto, ahorrar para el futuro y evitar deudas innecesarias son competencias clave que contribuyen a su independencia financiera y a la construcción de un patrimonio sólido.

Además, la educación financiera prepara a los jóvenes para tomar decisiones informadas sobre productos y servicios financieros, como tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles y cuentas de ahorro, lo que les ayuda a elegir opciones adecuadas a sus necesidades y evitar riesgos financieros.

Por si fuera poco les enseña sobre inversión y planificación para la jubilación, conocimientos que aseguran un bienestar económico a largo plazo.

Comprender cómo funciona la economía y cómo sus decisiones financieras impactan en ella es otra ventaja importante para los jóvenes, ya que les permite ser ciudadanos más conscientes y responsables en el ámbito económico.

Esto contribuye a una cultura financiera sólida que puede reducir problemas como el sobreendeudamiento y la falta de ahorro en la población joven.

Vale la pena resaltar que la educación financiera es una herramienta transformadora para mujeres y jóvenes, ya que les brinda autonomía, seguridad y capacidad para enfrentar desafíos económicos.

Para las mujeres, representa un camino hacia la igualdad de oportunidades, el empoderamiento y el desarrollo empresarial y para los jóvenes, es la base para construir un futuro financiero estable y responsable.

Iniciativas que promueven esta educación, como las desarrolladas en América Latina para microemprendedoras y estudiantes, son clave para fomentar una sociedad más inclusiva y económicamente saludable.

Por tanto, invertir en educación financiera es invertir en el bienestar y progreso de estos grupos y, en consecuencia, de toda la sociedad.

EL FONDO TAMAULIPAS EN EDUCACIÓN FINANCIERA:

El Gobierno de Tamaulipas, a través de su «programa para Jóvenes y Fondo Tamaulipas», impulsa la educación financiera para mujeres y jóvenes con el fin de fomentar el emprendimiento y la autosuficiencia económica. Ofrecen asesorías legales, fiscales, financieras y de mercadotecnia, además de facilitar el acceso a financiamiento para micro, pequeñas y medianas empresas. Fondo Tamaulipas apoya con microcréditos y programas estratégicos para consolidar negocios, promoviendo la inclusión financiera y el desarrollo económico regional. Estas acciones buscan cerrar brechas de género y fortalecer las capacidades financieras de mujeres y jóvenes emprendedores en el estado.

Particularmente se impulsa el «Proyecto Minerva», el cual ofrece a las mujeres herramientas financieras a través de una plataforma educativa gratuita y en línea con enfoque de género, diseñada para fortalecer sus capacidades financieras y empoderarlas. Cuenta con siete módulos que abordan temas clave como presupuesto, ahorro, crédito, seguros, participación económica, emprendimiento y prevención de fraudes financieros. Estos módulos enseñan a administrar ingresos y gastos, ahorrar, usar el crédito responsablemente, protegerse con seguros, detectar oportunidades de negocio, obtener financiamiento y protegerse contra fraudes. Además, incluye videos, actividades interactivas y guías para facilitar el aprendizaje y la toma de decisiones financieras informadas.

La independencia financiera de las mujeres se fortalece en aspectos específicos como la generación de ingresos formales, la disciplina del ahorro y el acceso a herramientas de inversión que protejan y hagan crecer su dinero, ayudándolas a construir un patrimonio sólido y planificar su jubilación.