Por Luis Enrique Arreola Vidal.

Tamaulipas atraviesa una crisis laboral de fondo estructural, no coyuntural. No es un momento difícil: es un modelo roto.

Y los datos lo confirman con una claridad que ningún discurso puede maquillar.

Realidad Económica: Diagnóstico Imposible de Ignorar.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente al primer trimestre de 2025, presenta cifras alarmantes:

•   Incremento del desempleo en 11.4% respecto a 2024.

•   57,313 personas sin empleo, frente a las 51,458 del año anterior.

•   181,000 tamaulipecos subocupados, trabajando menos horas de las que necesitan para subsistir.

•   230,000 personas en la informalidad, sin acceso a seguridad social, prestaciones ni estabilidad.

•   Más de 18,000 empleos perdidos en el sector agrícola.

•   En zonas clave del estado, la informalidad supera el 56%, convirtiéndose en la norma y no en la excepción.

La estructura económica del estado está fracturada: el campo se contrae, la industria se estanca y el sector público opera sin capacidad real de respuesta.

Gestión Laboral: Entre la Omisión y la Simulación

Frente a este escenario, la actuación de la Secretaría del Trabajo del Estado ha sido, en el mejor de los casos, deficiente; en el peor, deliberadamente evasiva.

Luis Gerardo Illoldi Reyes, titular de esta dependencia, ha optado por estrategias mediáticas en lugar de políticas públicas efectivas.

En lugar de fomentar empleo, organiza foros intrascendentes y entrega reconocimientos sin impacto verificable.

La falta de resultados no es solo un asunto de percepción. Es técnica y administrativamente demostrable:

•   No existe un solo programa con indicadores de empleabilidad auditables en el último año.

•   Los recursos asignados a capacitación laboral no han generado impacto medible en el mercado de trabajo formal.

•   Las cifras de informalidad, lejos de disminuir, se mantienen o crecen.

Corrupción Documentada: Expedientes, No Rumores.

La crisis no se limita a la incompetencia. Existen ya denuncias penales y administrativas formales contra funcionarios de esta dependencia, particularmente su titular.

•   La Fiscalía Anticorrupción de Tamaulipas investiga a Illoldi Reyes por enriquecimiento ilícito, nepotismo y malversación de fondos, según confirmación de la Contralora del Estado, Norma Angélica Pedraza Melo.

•   La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por más de 50 millones de pesos en contratos adjudicados a empresas fantasma como Constructora XYZ, Servicios ABC y Consultoría DEF.

•   El expediente continúa en integración, aunque los avances son limitados debido a posibles redes de protección política.

Estas no son teorías: son procesos en curso sustentados en documentación oficial.

Propuestas Técnicas de Contención y Recuperación.

El estado requiere medidas correctivas de carácter estructural, urgente y evaluable. A continuación, un planteamiento técnico viable a corto y mediano plazo:

  1. Remoción inmediata del titular de la Secretaría del Trabajo.

Un funcionario bajo investigación no puede ejercer autoridad presupuestaria ni representación pública.

En caso de no comprobarse su responsabilidad, puede reincorporarse como cualquier ciudadano, pero no bajo el manto de impunidad institucional.

  1. Plan de Emergencia Laboral con meta: 50,000 empleos en 24 meses

Incentivos fiscales y subsidios directos a PYMES que contraten formalmente.

Apoyo a cooperativas agrícolas para recuperación del campo.

Formación técnica gratuita en áreas estratégicas: energías limpias, manufactura, software, agroindustria.

Programa “Reinserta y Capacita” para migrantes retornados y adultos mayores.

  1. Transparencia y auditoría ciudadana.

Plataforma pública con publicación mensual de todos los contratos, montos y beneficiarios.

Mecanismo digital de denuncia anónima para irregularidades laborales y presupuestales.

Participación de la sociedad civil en observación y seguimiento.

  1. Mesas Regionales de Empleo.

Diseño participativo de políticas públicas con trabajadores, sindicatos, empresarios, desempleados y universidades.

Diagnóstico regionalizado, no centralizado, para garantizar pertinencia en las acciones.

¡Tamaulipas Merece un Gobierno que Funcione!

La situación actual no puede ser maquillada con retórica.

No se trata de una guerra política ni de una columna de opinión: se trata de un análisis basado en cifras, auditorías, expedientes y propuestas.

Tamaulipas no puede esperar a que el desempleo se normalice.

No puede aceptar que las instituciones laborales se conviertan en sets de relaciones públicas.

La dignidad de más de 230,000 tamaulipecos que viven en la informalidad —y de miles más que ya ni siquiera buscan empleo por frustración— exige una respuesta de Estado, no un montaje.

Porque gobernar no es posar:
Es generar resultados, garantizar derechos y rendir cuentas.

Y hoy, en Tamaulipas, ninguna de esas tres funciones se está cumpliendo.