CUADRANTE   POLITICO————POR  FERNANDO  ACUÑA  PIÑEIRO—–

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  Su detención  en ciudad Valles San Luis Potosí, donde  Rómulo Garza Martínez había sido Presidente Municipal, (2007-2009) fue contundente en enero de este año. El hoy  recluso del penal  estatal  en ciudad  Victoria,  fue acusado de  adquirir miles de despensas por un monto de 125 millones de pesos, durante el ejercicio 2016-2022 perteneciente al sexenio cabecista. Pero se le acusa de robarse 600 millones. ¿Sería el solito?

  Pregúnteme usted si los de este grupo político tex-mex han movido un dedo para librarlo de prisión,  aun y cuando es fecha que tienen el control del PAN  en el estado. Si no lo han hecho, es justo porque dicho  ex funcionario está hasta las manitas, en materia de responsabilidad penal.

 No harán nada, como tampoco podrían hacer algo, en caso de que una vez cambiado el Poder Judicial en nuestra entidad federativa, sigan las detenciones. Al menos eso es lo que se espera, pues de lo contrario, todos ese estridentismo morenista, se quedaría en mucho ruido y pocas nueces.

    Hasta la fecha, ignoramos el porque solo a Rómulo se le ha llamado a cuentas, dado que,  fue detenido en los tiempos en que aun permanecían los enclaves transexenales de los azules. Mientras no suceda otra cosa, este personaje representará para efectos de castigo punitivo, el perfecto chivo expiatorio  de los vientos fallidos.

 Este tipo de combate al delito, un tanto acotado, genera dudas:

   ¿Acaso el cabecismo decidió dejarlo solo, a cambio de que a ellos no se les tocara en sus saqueos debidamente documentados?  Es una interrogante que queda ahí para que juntos, lectores y columnista saquemos conclusiones.

 Porque, no me diga usted que durante la pasada administración estatal donde el más chimuelo masco rieles, solo  Rómulo traía cola de corrupto. No señor, el menú, es amplio y variado, y hay para escoger.

  Para documentar los pendientillos de esta índole, tan solo en febrero de 2024, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, a través de su abogado general, Carlos Mora García salió a la palestra pública y denunció  inconsistencias financieras en el alma mater, por el orden de los 180 millones. 

 Mora informó que  se presume la comisión de delitos, como lo son: el ejercicio ilícito  del servicio público, peculado,  coalición de servidores públicos, así como uso indebido de atribuciones y facultades. Se habló también de peculado en contra de nuestra universidad pública.

  En ese remolino de datos se supo que el gobierno azul mañosamente trató de subsanar el saqueo financiero a la UAT, con la donación de un terreno en Reynosa, pero eso, dijeron, a la luz de la ley, es totalmente ilegal.

 En fin, que desde esos acontecimientos a la fecha, ha transcurrido más de un año, y ya no se ha vuelto a hablar del asunto. En enero de este 2025, la mirada de la justicia buscó a un pez más chico, que no tenía nada  que ver desde el punto de vista filial con el clan  texano.

 Es así como Rómulo pagó los platos rotos. De la denuncia contra CV y el exrector Guillermo Mendoza, expuesta por el abogado Mora, ya no se supo absolutamente nada.

 Otra más:  en febrero de este año,  de acuerdo a una publicación de Milenio Diario, se informó que la Contralora estatal del sexenio actual, Norma Angélica Pedraza Melo dijo haber iniciado una investigación  donde se habla de 310 millones de pesos. La citada funcionaria habría explicado que los hechos corresponden a 2019, relacionados con un equipo médico, destinado al hospital de ciudad Madero, guardado por cuatro años por los cabecistas, presuntamente detectado con la llegada de la nueva administración.

  Ahí, por lo que se observa, habría que ver, que tipo de responsabilidades tiene Gloria Molina, la dama chiapaneca que sirvió a los intereses del sexenio pasado. Un papel que de plano se negó a jugar, la victorense Lydia  Madero.

  El pasado 17 de febrero de este año, la misma contralora del sexenio morenista,  declaró inhabilitados a 18 funcionarios del cabecismo, mismos que dejaron sus respectivos cargos, sin rendir una declaración final de bienes.

  Pero extrañamente, no son de primer nivel, sino de segundo y tercer nivel. Peces flacos, solamente.  Subsecretarios, directores generales y jefes de departamento.

 En octubre de 2023, la UIFE tamaulipeca  a cargo de Raúl  Hernández Chavarría, presentó cargos contra funcionarias y funcionarios  que ocuparon cargos de primer nivel, en dependencias como la  Secretaría General de Gobierno, la Contraloría, así como Secretaría de Bienestar y Administración.

  ¿Será por eso que Chucho Nader perdió estrepitosamente la alcaldía en Tampico..?  Una pregunta que  muchos porteños de bien, aun se siguen haciendo. Uppps.

   La lluvia de denuncias no ha parado. En abril del 2025,  se habló de cinco denuncias ante la Fiscalía General de la república  contra igual número de funcionarios del pasado reciente.  Así como doce denuncias más  ante la fiscalía anticorrupción estatal.

  El 12 de junio del 2024, el Congreso local, invalidó un contrato cabecista en materia de seguridad,  por un monto de  442 millones de pesos.

    Pero también si le  rascan en otras dependencias, sale pus.

 De manera que el ruido que se ha hecho, dentro de la narrativa anticorrupción , documentado contra  la pasada administración estatal,  es enorme.

Pero solo un pez de mediano tamaño ha  caído en la red.

 Las características de semejante contexto, dan sustento a que nos sigamos preguntando:

—-¿Es Rómulo Garza, un chivo expiatorio?

 Después de tantas cosas que se han dicho y exhibido públicamente, sería lamentable que, todo siguiese igual.