Cd. Victoria, Tam.- Escribí aquí el martes 20 de mayo sobre el porcentaje de participación (y, por ende, de abstencionismo) que cabría esperar en la elección judicial del domingo pasado. Y aunque digan que tardarán 10 días en anunciar resultados, desde ahora es posible medir la asistencia a las urnas.

Fenómeno muy diferente a las elecciones regulares de presidentes, gobernadores, senadores, diputados o alcaldes. Disputas abiertas donde la afluencia es alta por el impacto de las campañas, el trabajo de los partidos y la promoción abierta de los candidatos.

Mi comparativo fue, más bien, con tres competencias de carácter heterodoxo, igualmente inéditas pues se realizaron también por primera vez en la historia del país. Cito textual lo que escribí al respecto, con sus porcentajes de participación y la consecuente tasa de abstencionismo (https://tinyl.co/3MrD).
(1) Para elegir entre dos proyectos aeroportuarios, el NAIM o el AIFA (octubre de 2018) donde la participación fue del 01.5% y la abstención del 98.5%. (2) Al consultar el juicio a los expresidentes (agosto de 2021), donde votó el 7.11%, con una abstención del 92.89%. (3) La revocación del mandato presidencial (abril del 2022) con afluencia del 17.77% y abstención del 82.23%.

¿Y AHORA?
La participación ciudadana de este domingo (en números redondos) anduvo alrededor del 13% y el abstencionismo entre 86% y 87%.

Tomando los tres casos previos como referencia, el porcentaje del voto en esta elección judicial fue mayor al de las consultas 1 y 2 (aeropuerto y expresidentes) pero menor al de la 3 (revocación).

Dicho a la inversa, en contraste con los números de este domingo, hubo más abstencionismo en los referéndums de 2018 (aeropuerto) y 2021 (expresidentes), pero menos en 2022 (revocación).

Pero sucede que ninguno de los cuatro procesos (2018, 2021, 2022 y 2025) alcanzó la quinta parte del padrón. Es decir, el abstencionismo fue siempre superior a las cuatro quintas partes. Cifras frías.

La interpretación vendrá al paso de las semanas. No faltará quien culpe a la oposición (la derecha el neoliberalismo) del escaso apetito por el voto. Como si en verdad tuvieran poder de convocatoria suficiente para boicotear con memes y bravatas una elección.

A decir verdad, si algo caracterizó esta vez a los adversarios de MORENA, fue la apatía. Perdieron por default, pues su desacuerdo con la reforma aprobada les restó ánimos para el trabajo electivo. Los desinfló.

Dicho aquí en reiteradas ocasiones, PAN, PRI y MC no han salido de su marasmo, mientras que PVEM y PT van en retroceso por diferencias con MORENA, su aliado y protector, pues cayeron de la gracia en Palacio Nacional.

Pero ni todos juntos, ni sumados a los más oscuros conspiradores en redes (comunicadores críticos y demás), tendrían la fuerza para boicotear esta elección.

La indolencia de la gente debe ser tratada aparte y en discusión posterior. Análisis pendiente y de particular interés para el partido guinda, pues exige, además, el respectivo diagnóstico y la estrategia a seguir.

VISA Y VETO

El multipremiado conjunto musical de Tijuana “GRUPO FIRME” no se presentó el domingo pasado en la edición 2025 del festival denominado ONDA FEST que tuvo lugar en el condado vitivinícola de Napa, California. ¿La razón?, el gobierno de Estados Unidos retiró a sus integrantes la visa de trabajo. ¡Otro caso más!…

De nada sirvió que en abril pasado, su vocalista EDUIN CAZ haya anunciado desde la red INSTAGRAM que la banda dejaría de interpretar “corridos bélicos”. De cualquier manera hubo castigo. No pueden trabajar allá; ni siquiera entrar.

También de abril pasado viene el anunció de LUIS CONRÍQUEZ, intérprete de Caborca, Sonora, al reportar su renuncia a las canciones con esta temática. Detalle curioso, en su nueva “modalidad sana” se ganó una estridente rechifla en la feria de Texcoco, cuando se negó a cantar sus principales éxitos que son, efectivamente, narcocorridos.

La decisión es un arma de dos filos. En muchos casos, deben su éxito a la inclusión de tales contenidos en sus repertorios. Renunciar a ellos los ubica en la disyuntiva de (1) perder seguidores en el mercado nacional pero conservar la visa, o bien (2) aferrarse al estilo que les dio fama y fortuna, aunque no puedan trabajar al norte del río Bravo.

EL DEMONIO RUBIO

Pero no es el único ejemplo. El mismo primero de junio, el conjunto del culiacanense JAVIER ROSAS y su ARTILLERÍA PESADA abortó una gira en varias ciudades de la Unión Americana, por la misma razón, la anulación de sus visas.

Día con día crece la lista de cancioneros que anuncian públicamente su alejamiento de estos géneros, como la tradicional BANDA EL RECODO y el también sinaloense ALFREDO RÍOS, el célebre KOMANDER.

Y no es por miedo a los regaños ocasionales de la autoridad mexicana. Es el temor de entrar a la lista negra, ser vetados por el gobierno de TRUMP y perder de golpe el acceso al mercado estadounidense.

El riesgo real, objetivo, concreto, de quedarse sin visa. La diferencia entre perder contratos en pesos y dejar de cobrar en dólares. El “efecto TRUMP” les preocupa más que cualquier prohibición mexicana.

Recuérdese que a JULIÓN ÁLVAREZ, en 2017 le congelaron sus activos en la Unión Americana y su música fue retirada de plataformas digitales como Spotify y YouTube.

Peor ahora con la identificación de los cárteles como organizaciones terroristas. Formalmente, cualquiera que sostenga una relación comercial con ellos queda marcado ante la justicia gringa. Y esto, oiga usted, representa un golpe demoledor al bolsillo. Donde más duele.

BUZÓN: [email protected]

WEB: http://lopezarriagamx.blogspot.com