El Patinadero
Juan Antonio Montoya Báez
Si fue una prueba a la democracia, podemos decir que fue un fracaso total, hará historia la elección de ayer, pero no por las razones indicadas, más bien por las cosas que no debieron hacerse.
El poder judicial fue fragmentado por el ex presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien impulso una acción que permitiría el control del poder judicial en la Federación y en los Estados.
Una acción aceptada y apoyada por la Presidenta CLAUDIA SHEIMBAUM PARDO, quien no reviró la propuesta del ex presidente AMLO, por lo contrario, la impulsó, imponiendo sus candidatos a través de Morena.
Una elección polémica, complicada a la hora de votar, con poca difusión y deficiente. No levantó pasiones, tampoco se pretendía hacerlo, al grado que los votantes intercambiaban nombres en la fila de votación para comercializar votos.
Se podía, claro, votar por varias posibilidades, al último ellos contarán y decidirán quienes serán los ganadores del proceso.
Fue una elección atípica, donde ciudadanos salieron a votar por sus amigos o familiares, otros más por formar parte de una red de votación, por lo que llegaban armados de un acordeón donde se les especificaba por quien o quienes votar.
Pero, con todo y lista de nombres se confundían, pues el apunte estaba muy lejos de ser tan bueno como el del “Rey del Acordeón” RAMÓN AYALA.
Pronto tendremos los nombres de ganadores, pero de antemano la idea de que los juzgadores fueran elegidos por medio del voto es una apuesta a la parcialidad, vamos por el camino contrario el de la imparcialidad y lejos de garantizar los derechos humanos a las minorías.
Algunos jueces y magistrados deberán su posición a Morena, alejan la figura de la justicia de las minorías. Ellos no tenían que ser sometidos a los procesos de una elección, pues lejos del camino de los representantes populares que administran recursos o diseñan políticas públicas, jueces y magistrados llegan para estudiar concretos y proteger los derechos de las personas involucradas.
En el mejor de los casos, responderán a los intereses de Morena, pero en el peor escenario, se abrió la puerta para que la delincuencia tenga sus propios representantes.
Tendrían sus propios jueces y magistrados, por lo que las reglas para la aplicación de la justicia cambian de manera permanente.
La elección judicial es una aberración que pone en riesgo el estado de derecho, hoy Morena se salió con la suya al eliminar los controles y contrapesos para sus propuestas e intenciones que materializarán con el apoyo legal, pues tendrán todo un equipo de jueces a su disposición.
También servirán a los intereses de los grupos delincuencias que promovieron el voto en los municipios que controlan y en donde deciden quien ganaba o perdía la elección, como lo hacen cuando imponen alcaldes, diputados y otro tipo de representantes.
La elección judicial es una aberración, pero salimos a votar, al menos contribuir al seleccionar los que consideramos los mejores perfiles. Cada quien ve la elección con la mejor de sus intenciones.
De los que estuvieron felices con la elección fueron el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y el alcalde victorense LALO GATTÁS, pues el proceso se desarrolló con tranquilidad y orden en la entidad.
“Hoy es un día que quedará marcado en la historia de Ciudad Victoria y de todo México. Por primera vez, nuestro voto no solo elegirá representantes, también decidirá quiénes impartirán justicia.”, dijo el alcalde LALO GATTÁS.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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