A MI MANERA

Por Tello Montes

Desde Palenque AMLO dicta la jugada y Sheinbaum la clava: la presidenta más chingona del planeta les quitó el poder.

Tamaulipas eligió jueces y sentenció al viejo sistema

El exgobernador panista de Tamaulipas, prófugo de la justicia, y su gavilla ya empezaron a sudar frío.

No cabe duda: la aparición del ex presidente Andrés Manuel López Obrador en Palenque fue la imagen que marcó la jornada nacional.

Ahí, en su retiro del poder, pero no del rumbo de la historia, reapareció el creador de la reforma judicial que se puso a votación este domingo.

Y aunque para muchos la transformación apenas comienza, hay algo claro: pase lo que pase, AMLO ya escribió su nombre —para bien o para mal— en el capítulo más profundo de una justicia que por fin empieza a dejar atrás el hedor de la corrupción.

Porque esta elección judicial no fue solo para llenar papeletas ni para tomarse la foto en casilla. Fue para empezar a derrumbar ese edificio podrido donde durante décadas los jueces eran servidumbre del poder político y del dinero.

A partir del primero de septiembre, nuevos nombres llegarán a impartir justicia… pero los efectos de este terremoto apenas comenzarán a sentirse dentro de unos meses o un año, como bien advierten los expertos.

Y aunque la presidenta nacional de Morena ya la calificó como un éxito electoral, lo cierto es que las caras largas de los panistas, priistas y neoliberales decían más que mil comunicados.

Ayer mismo, sin esperar a los conteos, ya lloriqueaban diciendo que fue “una elección de Estado”.

¡Cinismo puro! Se les invitó a participar, se les abrieron las puertas, pero como siempre, prefirieron quedarse mirando al cielo, esperando un milagro o una triquiñuela legal. Ahora chillan… lo que no supieron ni quisieron defender en las urnas.

Y no es solo el coraje lo que los consume. Es el miedo. Porque con la caída del viejo régimen judicial, también cae su escudo de impunidad. Se les acabó el juececito a modo, la carpeta congelada, la sentencia comprada. Se les nota en la mirada ese terror de que ahora sí la justicia los alcance… y los encierre.

Dirán misa, harán pataletas, se inventarán discursos de “elección manipulada”, pero ese garrotazo que les cambia la vida del sol a la sombra de la cárcel… ya está dado. Se les fue la impunidad, se les fue el control, y lo que viene es justicia de frente y sin privilegios.

Y claro, en Tamaulipas más de uno debe estar sudando frío.

Empezando por el cabecilla de la banda que saqueó el estado: el exgobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, prófugo de la ley, ídolo de los hipócritas y símbolo de lo que ya no debe volver. Su tiempo de abusos, represión y pactos en lo oscurito con jueces ya va de salida. Y esta elección es solo el primer clavo en el ataúd de ese modelo de justicia a la carta… que hoy comienza a morir.

Porque la justicia, ahora sí, ya no está en venta. Y eso, les guste o no… ya no lo quita nadie.

TAMAULIPAS ELIGE JUECES Y SENTENCIÓ AL VIEJO SISTEMA.

Contra todo lo que se dijo, lo que se temió y lo que se intentó desacreditar, Tamaulipas cerró la jornada dominical alzando la voz con su voto para democratizar la justicia desde las urnas.

La elección del Poder Judicial —histórica, inédita y polémica para algunos— transcurrió en un ambiente de paz y civilidad, desmintiendo a quienes apostaban por el caos o la apatía.

Con la instalación del 100% de las casillas previstas por el INE, la ciudadanía tamaulipeca ejerció su derecho con claridad, dignidad y convicción, participando en un proceso que por primera vez les permitió decidir quiénes integrarán tanto el Poder Judicial del estado como el de la Federación.

“Todo va muy bien”, afirmó el gobernador Américo Villarreal Anaya al acudir a votar junto con su esposa, María de Villarreal, en Ciudad Victoria. Desde ahí hizo un llamado a ejercer el voto con responsabilidad, por las candidaturas que realmente puedan dignificar la función judicial.

Según cifras del IETAM, 2 millones 891 mil tamaulipecos tuvieron la oportunidad de sufragar en las 10 boletas: seis para cargos federales y cuatro para el nuevo modelo de jueces y magistrados estatales, en un total de 2,466 casillas instaladas y atendidas por más de 23 mil ciudadanos capacitados.

Cabe recordar que Tamaulipas fue pionero en aprobar una reforma judicial profunda, publicada el 19 de noviembre de 2024, lo que lo colocó entre los 19 estados con elección local concurrente.

Las y los electos para el Poder Judicial de la Federación tomarán posesión el 1 de septiembre, mientras que las nuevas autoridades judiciales tamaulipecas iniciarán funciones el 1 de octubre de 2025, en lo que representa un parteaguas en la historia de la justicia en el estado.

Hoy, Tamaulipas no solo votó en paz: votó con conciencia, y dejó claro que el pueblo quiere jueces al servicio de la justicia, no del poder.

DAMASO ANAYA VOTA Y HONRA EL COMPROMISO DEMOCRATICO DE LA UAT.

En una jornada que ya forma parte de la historia de México, el rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Dámaso Anaya Alvarado, acudió este domingo a emitir su voto, acompañado de su esposa e hijos, dando ejemplo de compromiso cívico en este inédito proceso donde por primera vez el pueblo eligió a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.

Con el entusiasmo que lo caracteriza cuando se trata de fortalecer la democracia desde las aulas, Anaya dejó claro que la UAT no solo observa, sino que actúa. “Como tamaulipecos y como mexicanos, este tipo de acciones son muy positivas. Es una jornada inédita y estamos contentos de vivirla”, expresó.

Pero no se quedó en el discurso: la UAT, bajo su liderazgo, fue protagonista en abrir espacios para que los aspirantes al Poder Judicial dialogaran de frente con los estudiantes. Foros de consulta, convenios con el INE y el IETAM, y participación activa de la comunidad universitaria marcaron una diferencia sustancial.

“Brindamos voz a los candidatos a magistrados para que compartieran su visión con nuestros estudiantes; hoy culmina ese ejercicio con la participación ciudadana en las urnas. La universidad hizo su parte y la sociedad también”, dijo el rector.

Así, mientras otros se limitan a observar desde la comodidad de la crítica, la UAT sigue mostrando con hechos que la universidad pública también es columna vertebral de la democracia.

BETO GRANADOS: LIDERAZGO QUE INSPIRÓ A VOTAR

En esta jornada histórica para Tamaulipas, donde por primera vez el pueblo eligió en las urnas a los integrantes del Poder Judicial, el alcalde de Matamoros, Alberto Granados, no se quedó en el discurso ni en las fotos. Dio el ejemplo.

Acudió puntual a la casilla 2049, ubicada en el fraccionamiento Arboledas, donde emitió su voto con total civilidad, como un ciudadano más, sin despliegues ni protagonismos. Y lo hizo destacando algo que vale oro en estos tiempos: la gran participación ciudadana que se vivió en Matamoros, con gente votando en paz, con seguridad y, sobre todo, con entusiasmo.

Granados celebró lo que fue evidente en toda la ciudad: un pueblo que respondió al llamado democrático con altura, que entendió la importancia del momento y acudió a ejercer su derecho con responsabilidad. Porque sí, el pueblo de Matamoros cumplió. Y lo hizo de manera ejemplar.

Mientras algunos siguen cuestionando desde sus trincheras la legitimidad de este proceso, la realidad en las calles y en las urnas fue otra: la gente salió a votar con convicción. Y eso, nadie lo puede negar. En Matamoros se vivió una jornada democrática, limpia y pacífica.

Y en ese ambiente, el mensaje fue claro: cuando hay voluntad, hay civilidad. Y cuando hay liderazgo comprometido —como el de Alberto Granados—, el pueblo responde. Así de sencillo.