Golpe a golpe
Por Juan Sánchez Mendoza
Los proyectos de inversión en la zona conurbada del sur, contemplados por el gobernador Américo Villarreal Anaya en su Plan Estatal de Desarrollo, se pondrán en marcha a la brevedad, como él mismo lo anunciara en Tampico hace un par de días, al informar que el monto destinado a las obras será de 19 mil millones de pesos.
Una cantidad harto considerable, pero también justificable, porque con esos recursos será posible la detonación económica del área intermunicipal y, por supuesto, su desarrollo urbano sustentable y sostenido, involucrando a localidades del norte de Veracruz.
La comarca del sur es poblada por alrededor de 950 mil habitantes, sin considerar la demografía flotante (mensual) estimada en +/- otros 100 mil –ésta por actividades comerciales, transportación de mercancías y turismo–, lo que permite suponer que ahí se concentra cerca del 25% de la población total de Tamaulipas considerando que ésta alcanza, aproximadamente, 3.9 millones de personas.
Por décadas, a los municipios de Tampico, Altamira y Ciudad Madero, en conjunto se les consideró integrantes del ‘sólido sur’, pues se apoyaban sus tres alcaldes en proyectos vecinales para el desarrollo y el crecimiento económico, hasta que, por intereses políticos, se dio un distanciamiento.
Y, en consecuencia, la caída económica de esas localidades, como el retroceso en su desarrollo urbano.
De ahí la importancia que representa le inversión histórica, anunciada por el doctor Américo, para cristalizar obras en la zona, como:
a) El Teleférico Interestatal Huasteco, que permitirá el traslado del sur de Tamaulipas al norte de Veracruz de 10 mil personas al día, y viceversa;
b) Un Sistema Integral de Transporte, para movilizar a los ciudadanos en su trayecto intermunicipal e inclusive interestatal;
c) La construcción de un hotel de cinco estrellas, para recibir al turismo en épocas de asueto (o a los hombres de negocios durante su estancia) ya que la capacidad hotelera instalada resulta insuficiente;
d) Concretar la carretera Mante-Ocampo-Tula, que aminoraría tiempos de traslado en beneficio de agricultores y ganaderos;
e) El libramiento Mante, para conectar con la vía Mante-Ocampo-Tula; y, entre otros proyectos de infraestructura urbana:
d) El viaducto elevado en Tampico, también conocido como ‘segundo piso vial’, para mejorar la movilidad en la zona conurbada.
Este conjunto de obras, ciertamente, es histórico.
En principio, porque generará empleos y dividendos al comercio local; y posteriormente, una vez concluidos, marcará un detonante de desarrollo urbano y económico en la zona.
Para concretar estos proyectos, de gran calado, el gobernador cuenta con el apoyo irrestricto de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, porque para ella, como para él, es prioritario modernizar la infraestructura carretera y el transporte público, a fin de abonar a la movilidad urbana y fortalecer la industria sin chimeneas.
¡A rezar!
Este día, justo a las 24 horas vence la etapa proselitista del proceso para la elección de juzgadores.
Y a partir del primer segundo de mañana jueves 29 de mayo, entrarían en la etapa de reflexión, o de oraciones para pedir el milagro de ser electos el domingo que se avecina.
Otros de plano harán grilla soterrada tratando de convencer a los altos mandos gubernamentales para que, mediante sus ‘estructuras’, inclinen la balanza en favor suyo.
Esto, porque varios de los aspirantes a ministros, magistrados y jueces han sido exhibidos por su connivencia con grupos delincuenciales o grupos fácticos, tanto a nivel federal como estatal.
La publicación de esas complicidades, ciertas o falsas, claramente que les afectan a los aludidos, pues aun y cuando resultasen electos (hasta por un solo voto) su legitimación estaría en duda.
Más cuando, en lugar de hacer campaña, usaron su tiempo en acusar, en tribunales, a quienes señalaron sus vínculos con malhechores.
En Tamaulipas hay un caso escandaloso.
Y aunque no descarto que por la ‘cargada’ el candidato sea favorecido en las urnas, tan sólo por ese simple hecho, la crítica citadina se volcaría e incluso sería apoyada por la prensa de todo el país, en contra de quien osa utilizar los tribunales para violentar la libertad de expresión.
Lo peor de este asunto, es que Tamaulipas saldría raspado, junto con sus autoridades, por lo que bien valdría la pena reconsiderar hasta en qué grado sería defendible este caso indefendible.
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