Golpe a golpe
Por Juan Sánchez Mendoza
Toda campaña electoral que pretenda el éxito, debe ser planeada en cada una de sus etapas, a fin de que el candidato a juzgador mantenga contacto permanente con los ciudadanos que, una vez frente a las urnas, solos, decidirán su voto.
Normalmente este proceso consta de un período de posicionamiento, otra etapa en la que se plantean las propuestas y, finalmente, el llamado a sufragar. Pero en el caso que nos ocupa, se conjugan las tres.
En la actualidad, sabemos por los medios de comunicación masiva del recorrido que algunos candidatos a juzgadores realizan a diario –en toda la geografía del país–, aunque acompañados por dos o tres colaboradores, solamente, porque las reglas prohíben las caravanas y los actos masivos.
Era de esperarse entonces que los aspirantes a ministros, magistrados y jueces, en su proselitismo expresaran claramente su oferta encaminada a solucionar la problemática judicial que existe en todo el país, pero con argumentos sólidos y dejaran a un lado descalificaciones y epítetos recursivos.
La erradicación de prácticas corruptas, el favoritismo al momento de dictar una sentencia, el derroche presupuestario y el rezago judicial, entre otros males, significaría el punto central de sus discursos.
Sobre todo, porque todos los aspirantes a un cargo de tal envergadura tienen algo que decir al respecto, aunque no siempre su expresión corresponda al trabajo serio, basado en diagnósticos que recojan el sentir de la gente.
Sin embargo, habrá quienes logren este propósito, en virtud a que existen marcados desniveles en cuanto a la seriedad y responsabilidad de parte de sus contendientes.
De entrada, hemos visto cómo en la actual contienda se exhiben dos tendencias.
Una orientada a mostrar una serie de propuestas viables en torno a la reconstrucción del sistema judicial, y la otra basada en el golpeteo y la descalificación del adversario, como instrumento para ocupar espacios en los medios de comunicación masiva y en el ánimo popular.
Es evidente que ello ocurre como parte de una estrategia que busca crecer en las dos semanas próximos en el ánimo ciudadano, toda vez que no se realizaron en tiempo y forma actividades que les dieran presencia y posicionamiento a la mayoría de los candidatos.
En referencia al llamado al voto, éste aumentará poco antes de cerrarse la actividad proselitista y podría estar apoyada en testimoniales que argumenten el por qué la ciudadanía votará por tal o cual candidato.
La movilización ciudadana, según sospecho, se efectuaría el día de la elección por medio de redes ciudadanas y las estructuras oficiales y/o de los grupos de interés; pero obviamente una cargada en serie soló podrían lograrla los aspirantes más conocidos (¿?) y las estructuras que, sé de buena fuente, han sido y son capacitadas ex profeso.
Lo deseable en esta justa, sin embargo, es que la sociedad civil saliera a las urnas por voluntad propia, después de haber participado en los foros abiertos ofrecidos por diversas instituciones, pero estos sólo brillaron por su ausencia.
Así que las ofertas a divulgarse mediante foros y a través de la prensa no han sido materializados, aún.
Esta falta de atención a la ciudadanía para ser informada, será una de las acciones que repercutirán en la participación y hablarían bien o mal de los prospectos a ocupar carteras en el Poder Judicial. Federal y estatal.
De cualquier forma, a como pinta el escenario, es factible que arrecien las descalificaciones, intrigas, rumores y demás golpes bajos por parte de los grupos de interés, por ser el método recurrente para sembrar dudas en cuanto a personalidades y ahuyentar la participación de las mayorías.
Y es que los promotores de esa andanada, más que acudir a los argumentos y credibilidad en lo que plantean, basan sus ataques en las supuestas injusticias y falta de equidad que tienen lugar en el proceso, al que califican como una elección simulada.
La política comunicativa de las instancias responsables del proceso ha sido ineficaz, tanto por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) como del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), en el caso de las contiendas que a la entidad corresponden.
Pero igual ha sido ineficiente la presencia de candidatos en los medios de comunicación, so pretexto de estar prohibida su participación a no ser que medie una invitación por escrito.
De cualquier forma, hay quienes ‘en privado’ se reúnen son la prensa.
Correo: [email protected]
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