La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Si hubiera que señalar a responsables de la perversión de la IV T en Tamaulipas, son dos personajes aviesos: Yeidckol Polevnsky y Mario Delgado, lo peor de las dirigencias de MORENA. Ambos, le abrieron la puerta al dinero como instrumento prioritario para la obtención de candidaturas.
Si se colaron, especímenes como Maky Ortiz, José Ramón Gómez Leal, Makyito Peña, Olga Sosa, Gerardo Illoldi, Beto Granados, Erasmo González, Armando Martínez y muchos otros más, fue por la complacencia de este par que privatizó la política y la puso es manos de los poderes fácticos.
A la militancia esforzada, abnegada, nada.
Si acaso, algunas regidurías para los históricos del movimiento.
Esa maniobra de ceder los más importantes espacios políticos a personeros de la delincuencia de cuello blanco -y no tan blanco-, en parte, generó un fenómeno que no termina.
No sólo Polevnsky y Delgado, evitaron acercarse al poder económico: promovieron su injerencia en la organización que tanto esfuerzo costó a sus liderazgos pioneros y a diversos grupos sociales del país.
Separar el poder económico del poder político, en Tamaulipas, fue una ilusión.
Lo mas grave: se puso el partido en manos de la lumpen burguesía.
Por esa razón los principios del partido son cosa utópica en las mentes delincuenciales que hoy reinan en MORENA-TAM.
¿Cuotas al partido?
No tiene caso: los consensos de las candidaturas se obtienen en metálico.
¿Asistir a asambleas partidistas?
Qué importancia tiene: la militancia se compra con billetes.
¿Fortalecer al partido?
No tiene objeto: entre menos partido exista más poder tendrán los señores del dinero.
Ese fue el comienzo; revertir ahora esa tendencia ya encarnada en el cuerpo de MORENA, llevará un largo tiempo y una grande labor.
No se ve cerca el día de la limpieza, de la sanación.
Los liderazgos actuales, han sido asimilados por las circunstancias. Es muy probable que si se pregunta a los seguidores de la IV T quién es la lideresa del partido, lo ignoren. Es tan anodina, que para ella no existen las efemérides de su organización ni mucho menos del movimiento que encabeza la transformación del país.
El NiNi Gómez Leal y Maky Ortiz, son los personajes prototipo que subieron la escalera del poder comprando escalón por escalón. No es una fantasía, afirmar que esta dupla ha invertido centenares de millones de pesos en ser lo que hoy son.
Todo el entramado de autoridad en Tamaulipas está infiltrado, por las derivaciones que en su momento pudrieron las políticas de MORENA.
Nos dejaron un muladar Polevnsky y Delgado.
Dieron a los tamaulipecos, un verdadero golpe blando, un golpe traidor.