La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La ruta para el cambio en la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), está cancelada; por lo que se infiere, se sumarán otros tres años más a los improductivos tres de la ex.
Serán seis años perdidos con lo que le toca a Miguel Ángel Valdez García.
No ha podido romper con las inercias heredadas por Lucía Aimé Castillo Pastor y se ha visto maniatado para remover la estructura de amiguismo, nepotismo y corrupción que sigue enquistada en la dependencia.
Hasta hoy, son los mismos cargos y las mismas mañas.
No ha podido desplazar la nociva burocracia que devora el presupuesto de la SET en lugar de ser encausado a las necesidades vitales del sistema educativo. La abultada nómina que devenga un nutrido grupo de Castillo Pastor, entre aviadores, amigos y plazas sin los atributos para su ejercicio, desangran la dependencia.
Continúan la falta de pagos y jineteo de salarios de los profesores.
También, siguen incumplidas las promesas hechas a la Sección XXX del SNTE.
Persiste en la cerrazón de su antecesora que generó la parálisis del tema educativo en el estado.
Hay reuniones sindicato-SET.
No hay soluciones.
Tiene razón el secretario Valdez García: carece de la visión social de la educación, toda vez que su formación deviene de la escuela privada; ahí, donde los saberes son mercancía y los educandos se forman para el éxito en los negocios.
Él no es un secretario; es gerente de un negocio que vende conocimiento.
En ese contexto los profesores son trabajadores que deben responder a un patrón en los términos de la relación empresarial que debe darse entre fuerza de trabajo y capital.
No tiene por qué ser diferente: es su perfil profesional.
Cree que fue puesto en el cargo, para administrar con los mejores resultados de pesos y centavos. Su evaluación educativa, es cuantitativa fundamentalmente; lo cualitativo, le es ajeno como a todo buen neoliberal.
¿La Nueva Escuela Mexicana?
Es una idea exótica y utópica.
Pamplinas de los educadores progresistas.
(Anótelo: se incuba una nueva rebelión magisterial).
Así no va a progresar la SET.
Si con Castillo Pastor se entronizó la corrupción, el abuso, el nepotismo, el jineteo de plazas, el otorgamiento irracional de plazas, con Valdez García campea todo, eso aderezado con el pensamiento mercantil de la educación en Tamaulipas.
¿No había otro personaje para la SET?
Esta morralla no está dando el ancho.
La catástrofe -no tan silenciosa- de la educación tamaulipeca sigue agravándose.
Los tres años de Lucía Aimé, fueron patéticos.
El trabajo del matamorense, Miguel Ángel, serán igual de funestos.