Ciudad de México.— En la recta final de su campaña, Ana María Ibarra Olguín, aspirante a Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sigue demostrando por qué es la favorita en esta contienda: con una presencia territorial que no tiene comparación y una agenda sólida, volvió a tomar la delantera con un mensaje firme y valiente desde el Congreso del Trabajo.

Frente a líderes sindicales y defensores de derechos laborales reunidos en el salón del Pleno del Consejo Nacional, Ibarra alzó la voz para denunciar que “la Suprema Corte le falló a los trabajadores”. Con claridad y sin titubeos, señaló que los recientes criterios de la Segunda Sala del máximo tribunal han frenado avances fundamentales para millones de mexicanas y mexicanos.

“La Corte tuvo la oportunidad y decidió no avanzar el derecho laboral”, sentenció, provocando una oleada de respaldo entre los asistentes. La también ex secretaria de Estudio y Cuenta de la ponencia del ministro Zaldívar acusó a la actual administración de la Corte de haberle dado la espalda al mandato de la justicia social.

Con la seguridad de quien conoce la ley y el país, Ibarra reiteró su compromiso: hacer realidad los postulados de la reforma laboral y homologar los criterios judiciales para que la defensa de los trabajadores sea más rápida y efectiva. “Si el derecho no sirve para derribar barreras, se vuelve parte del problema”, advirtió.

En su intervención, reafirmó su propuesta de una justicia con equidad. Aseguró que no basta con la igualdad ante la ley si se ignoran condiciones estructurales que afectan a mujeres, jóvenes sin contrato, trabajadoras del hogar o personas indígenas. “La justicia que propongo reconoce esas realidades y actúa para transformarlas”, enfatizó.

Ana María Ibarra sigue posicionándose como la candidata más activa, más preparada y más conectada con las necesidades reales del pueblo. No sorprende que hoy encabece las preferencias, ni que su nombre resuene con fuerza en cada foro, universidad y espacio público que pisa.

“Vamos a recuperar la confianza del pueblo trabajador. La justicia no puede ser abstracta, tiene que salir del papel y responder a la vida concreta de la gente”, concluyó entre aplausos.