La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Las emisiones y los residuos de la Refinería de PEMEX en ciudad Madero, Tamaulipas, es el origen de muchas enfermedades y males a la población que vive en su periferia. A diario, el nauseabundo tufo -formado por micropartículas de nocivos metales y gases- emitido por las gigantescas chimeneas de la paraestatal, son inhalados por adultos, adultos mayores y niños.
Se incuba una silenciosa pandemia.
Sufre la más vulnerable población de dolencias pulmonares, incomodidades respiratorias, y el efecto de una contaminación cada vez más insoportable e intolerable.
Las colonias Hipódromo, Miguel Hidalgo, Francisco Villa y Fidel Velázquez, asentamientos más antiguos en la ciudad, y sus residentes, están desesperados por tanto desdén oficial.
Ni la PROFEPA.
Ni el Sector Salud federal.
Ni el Sector Salud local.
Ni el sindicato de PEMEX.
Vamos: ni el presidente municipal, Erasmo González Robledo.
Más preocupado por participar en eventos superficiales, frívolos, la autoridad municipal ha olvidado su principal: velar por los intereses de la ciudadanía maderense.
Ha organizado homenaje a los marcianos; ha convivido con personajes del espectáculo.
Pero jamás, ha hecho nada trascendente por sus representados.
Resulta paradójico que la referencia más destacada de González Robledo a nivel regional y nacional sea su hermandad con los señores del guachicol en el último tramo de su carrera política.
Un radio de aproximadamente dos kilómetros es la zona afectada por los perniciosos efectos de refinería. La administración de la empresa, sólo le dan una manita de gato a las instalaciones en las visitas presidenciales o de miembros del gabinete federal.
La factoría derrama innumerables beneficios en la ciudad.
Cierto.
Lo que no quieren los colonos de alrededor del símbolo de progreso de la ciudad, se transforme en el demoledor de su bienestar. Algunos vecinos, están planeando migrar de esos lugares como única forma de resguardar a niños y adultos mayores.
Así de grave es el problema.
Los afectados han solicitado audiencia a las autoridades de la empresa; no han sido escuchados. En la PROFEPA, igual; los remiten a un número telefónico que no contesta.
Ante la falta de intermediación de Erasmo con las autoridades federales responsables del asunto, los colonos están organizándose para en un acto de protesta civil obstruir los principales accesos viales a refinería como recurso extremo ante el val#madrismo oficial.
Tal es, la desesperación de miles de maderenses.
La Hipódromo, la Hidalgo, la Pancho Villa y la Fidel Velázquez, están a dos fuegos: soportar las carencias de pavimentación, drenaje y agua potable y el mal gobierno del guachicolero Erasmo.