La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
Los apostolados de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, enviados al Consejo Nacional de MORENA es un vehemente esfuerzo por imprimirle al partido que la llevó al poder una saludable -para la vida interna partidista- carga ética tan necesaria en la vida pública nacional.
No sólo es una abierta crítica al nepotismo que pulula en las filas morenistas, sino a los desesperados que pretenden reelegirse sin merecerlo; es también un freno para a aquellos (as) que intentan asirse del poder eternamente.
Ese nuevo ropaje moral, debe garantizar la prohibición de la colusión de la delincuencia organizada. No vivir en la ostentosidad heredada por la cultura del PRIAN. Se establece la austeridad como principio y norma para la vida partidista y gubernamental.
Los candidatos del 2027 serán sin duda aquellos que se ajusten a esos preceptos.
Son una criba difícil de superar.
Muchos de los morenistas que lograron colarse a los gobiernos, no llenan esos requisitos. Resultaron igual a sus colegas del PRI y del PAN. Son paletosos, fantoches y dados a presumir sin cortapisas sus éxitos en la administración pública.
Los vehículos blindados y las escoltas son para uso exclusivo de quienes, ocupen cargos que tienen que ver con la seguridad.
¿Cuántos en Tamaulipas, sintieron la pedrada presidencial?
Pide el fin del influyentísimo y el amiguismo.
Solicita a la militancia y a todo el partido, que fortalezcan el Instituto de Formación Política, para que sea un instrumento de fortalecimiento del humanismo mexicano con el pensamiento de sus militantes y simpatizantes.
Debió haberse tomado como una bofetada por los grupos internos de MORENA que ven muy menor a la presidenta Sheinbaum.
¿Cambia eso el escenario y las reglas internas de las candidaturas y el servicio público?
Si se acata a pie juntillas la carta presidencial, mucho.
Por lo pronto las contiendas internas tienen un candado para evitar el dispendio y la inequidad internas. Nada de gastos onerosos, como espectaculares ni campañas de prensa onerosas.
Deja para la militancia el recurso de las campañas de casa por casa y el eficaz método del territorio.
La recomendación que más cambios genera es sin duda el rechazo a la participación de los poderes fácticos en la vida interna de MORENA.
En Tamaulipas, Mario Delgado y Andy López Beltrán, abrieron la puerta a personas no gratas y ahora parece el momento de limpiar la casa.
De ajustarse al planteamiento presidencial, habría que tachar a Olga Sosa, José Ramón Gómez Leal, la Borrega López, Erasmo González, Armando Martínez Manríquez y Beto Granados.
Más los que se acumulen la siguiente semana.
De ser cierta la intención de Sheinbaum, estamos ante la más extensa y profiláctica purga que se haya visto en un partido en la historia del país.