Columna Opinión Económica y Financiera.

Dr. Jorge A. Lera Mejía.

El gobierno de México ha lanzado un ambicioso plan para reactivar y expandir el sistema de trenes de pasajeros, con el objetivo de conectar regiones clave del país y detonar el desarrollo económico, la movilidad y la integración nacional. Este megaproyecto ferroviario, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, contempla la construcción de más de tres mil kilómetros de vías férreas durante el sexenio, con énfasis en rutas estratégicas como el tren de Ciudad de México a Nuevo Laredo, pasando por Querétaro, Irapuato, Monterrey y otras ciudades importantes del norte del país.

La presidenta Sheinbaum dio el banderazo de salida a la construcción del Tren Ciudad de México-Querétaro desde el municipio de Pedro Escobedo, cumpliendo así un anhelo de décadas para la región centro del país. Este tramo, de 226 kilómetros, reducirá el tiempo de traslado entre ambas ciudades de seis a dos horas y generará hasta 200 mil empleos directos e indirectos, impulsando la economía local y regional. El tren contará con estaciones en Huehuetoca, Tula, San Juan del Río y conexiones con otros sistemas de transporte como el Tren Suburbano, Metro, Metrobús y QroBus.

El proyecto forma parte de una estrategia integral que incluye otras rutas en construcción, como el tren Ciudad de México-Pachuca y el Tren Maya, así como el Tren Interoceánico que conecta el sureste y el Istmo de Tehuantepec. El gobierno federal, a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la empresa GAFSACOMM, será responsable de la construcción y administración de los trenes, con el objetivo de evitar su privatización y garantizar su operación en beneficio de la población.

El tren a Nuevo Laredo:

Uno de los ejes centrales del plan ferroviario es el Tren México-Nuevo Laredo, que conectará la capital del país con la frontera norte, atravesando los estados de Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Este tren de pasajeros, cuya ruta será de aproximadamente 1,143 kilómetros, está diseñado para operar a velocidades de hasta 160-200 km/h y será eléctrico, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.

El proyecto se desarrollará en varias fases:

Fase 1 (2025-2027): México-Querétaro (242 km) y Saltillo-Nuevo Laredo (306 km).

Fase 2 (2026-2028): Querétaro-San Luis Potosí (263 km).

Fase 3 (2027-2029): San Luis Potosí-Saltillo (444 km).

La ruta México-Nuevo Laredo no solo facilitará el transporte de pasajeros, sino que también potenciará la conectividad logística y comercial entre el centro y el norte del país, así como con Estados Unidos, ya que Nuevo Laredo es uno de los principales puntos fronterizos para el comercio internacional. Además, el proyecto se articula con otras iniciativas, como el Tren de Alta Velocidad Monterrey-Texas y posibles extensiones hacia Dallas.

Querétaro se convertirá en un nodo clave del sistema ferroviario, ya que desde allí partirán rutas hacia el Golfo de México (Tampico-Nuevo Laredo), el Pacífico (Guadalajara), Irapuato y otros destinos estratégicos. La presidenta anunció que la construcción del tramo a Irapuato comenzará a más tardar en julio de 2025, mientras que la ruta Tampico-Nuevo Laredo arrancará este mismo año.

El plan de trenes de pasajeros representa una apuesta histórica para modernizar la movilidad, reducir tiempos de traslado, fomentar el desarrollo regional y fortalecer la soberanía nacional. Con la participación de ingenieros militares y la administración pública, el gobierno busca garantizar la eficiencia y el acceso universal a este medio de transporte, respondiendo a una demanda social largamente postergada.

Se espera que la ruta México-Nuevo Laredo esté concluida en 2029, consolidando a México como un país con un sistema ferroviario moderno, eficiente y articulado a nivel nacional e internacional.