Columna Opinión Económica y Financiera.
Dr. Jorge A. Lera Mejía.
En estos momentos de grandes cambios de paradigma del comercio global y rompimientos de las cadenas de suministros por los aranceles unilateralmente impuestos por el gobierno norteamericano, en México, los puertos marítimos de Altamira y Veracruz han sido y seguirán siendo los pilares fundamentales en las exportaciones mexicanas, como lo reflejan los datos de 2024, con cifras casi idénticas de exportaciones: 21,921 millones de dólares por Veracruz y 21,914 millones por Altamira.
Ambos puertos no solo destacan por su volumen de exportaciones, sino también por su relevancia estratégica en el comercio internacional.
A continuación, se analiza su importancia, sus fortalezas específicas y su comparación con otras modalidades de exportación en México.
Puerto de Veracruz: Tradición y Diversificación
El puerto de Veracruz es uno de los más antiguos y estratégicos de México, ubicado en el Golfo de México. Su historia y posición geográfica lo convierten en un punto clave para el comercio con Estados Unidos, Europa y el Caribe. Este puerto es esencial para la exportación de productos agrícolas y manufacturados, así como para la importación de materias primas y productos terminados.
En 2024, Veracruz experimentó un crecimiento significativo en sus operaciones gracias a la diversificación de las mercancías que maneja. Su infraestructura moderna permite atender grandes volúmenes de carga contenerizada y graneles agrícolas, consolidándolo como un centro logístico integral. Además, su cercanía con importantes centros industriales del país le otorga una ventaja competitiva en términos de costos y tiempos de transporte.
Puerto de Altamira: Innovación y Especialización
Por su parte, el puerto de Altamira, ubicado en Tamaulipas, ha mostrado un crecimiento sostenido gracias a su especialización en sectores clave como la industria petroquímica y automotriz. En 2024, Altamira movilizó 20.4 millones de toneladas, destacando en la exportación de vehículos automotores (medio millón de unidades) y fluidos petroquímicos. Su capacidad para manejar cargas peligrosas y productos químicos lo convierte en un actor crucial para las cadenas de suministro industriales.
Altamira también ha invertido significativamente en infraestructura para aumentar su capacidad operativa, lo que le ha permitido atender una amplia gama de cargas, desde contenedores hasta graneles minerales. Esto lo posiciona como un puerto versátil que responde a las demandas del comercio global.
Aunque los puertos marítimos como Veracruz y Altamira son esenciales para las exportaciones mexicanas, las aduanas terrestres y ferroviarias también juegan un papel importante. Las aduanas terrestres, como las ubicadas en Nuevo Laredo y Ciudad Juárez, manejan gran parte del comercio con Estados Unidos debido a la proximidad geográfica. Estas aduanas son especialmente relevantes para productos manufacturados que requieren transporte rápido (Ver cuadro anexo de las exportaciones por tipo aduanas en 2024).
Por otro lado, las aduanas ferroviarias han mostrado un crecimiento constante gracias a su eficiencia en el transporte masivo de mercancías. Aunque estas modalidades son críticas para ciertos sectores industriales, no alcanzan los volúmenes manejados por los puertos marítimos debido a las limitaciones inherentes al transporte terrestre.
La relevancia de los puertos marítimos mexicanos radica en su capacidad para conectar al país con mercados globales. Mientras que Veracruz se destaca por su tradición e integración logística con el centro del país, Altamira sobresale por su especialización industrial y modernización constante. Juntos representan una parte significativa del comercio exterior mexicano.
En el cuadro anexo, podemos hacer una comparación entre las aduanas terrestres y ferroviarias, los puertos marítimos ofrecen ventajas únicas: mayor capacidad para manejar grandes volúmenes de carga a menores costos unitarios y acceso directo a mercados internacionales mediante rutas marítimas eficientes. Sin embargo, cada modalidad cumple un rol complementario dentro del sistema logístico nacional.
Los puertos de Altamira y Veracruz son ejemplos destacados del potencial logístico marítimo mexicano. Sus cifras casi idénticas en exportaciones reflejan no solo su competitividad individual sino también su impacto conjunto en la economía nacional. Mientras que Veracruz capitaliza su ubicación estratégica y diversificación comercial, Altamira lidera en innovación e infraestructura especializada. En conjunto con las aduanas terrestres y ferroviarias, estos puertos forman una red integral que sostiene el comercio exterior mexicano frente a los retos globales.