El archivo parlamentario lo confirma: Blanca Anzaldúa Nájera fue la primera voz femenina del gabinete en el Pleno. Blanca Anzaldúa no solo habló: hizo historia.

Ciudad Victoria, 14 de abril de 2025

Por Leo Collado

En los pasillos solemnes del Palacio Legislativo de Tamaulipas, donde durante décadas solo resonaron voces masculinas en nombre del Ejecutivo, una mujer se alzó, por primera vez, para rendir cuentas al pueblo. Corría el 31 de enero de 1991 cuando Blanca Anzaldúa Nájera, entonces directora del Instituto Tamaulipeco de Cultura, compareció ante el Pleno del Congreso del Estado. Su presencia no solo marcó un hito institucional, sino que abrió una grieta luminosa en el techo de cristal del poder público.

Más de tres décadas después, una tarjeta informativa de la Unidad de Servicios Parlamentarios confirma lo que la historia había guardado en voz baja: Anzaldúa fue la primera mujer en formar parte de un gabinete estatal en Tamaulipas y presentarse ante el Congreso para rendir cuentas en el marco del Informe de Gobierno. La entonces funcionaria no solo representó a la cultura tamaulipeca: representó un antes y un después en la participación política femenina.

Aquel acto, hoy rescatado con precisión quirúrgica de los archivos legislativos, ocurrió dos años antes de que se estableciera constitucionalmente la obligación de comparecencia para las dependencias del Ejecutivo. Fue un gesto de responsabilidad adelantado a su tiempo. Un símbolo de transparencia, de apertura y, sobre todo, de igualdad.

El nombre de Blanca Anzaldúa, que por años permaneció en la discreción de los registros oficiales, merece ahora ser escrito con letras de oro en la memoria pública de Tamaulipas. Porque no solo compareció ante el Congreso: compareció ante la historia.