#DESDELAFRONTERA
POR PEDRO NATIVIDAD
Durante años, Nuevo Laredo ha sido la capital aduanera de México, pero pocas veces esa distinción se había traducido en beneficios reales para la gente de a pie. Las cifras astronómicas de comercio exterior muchas veces se han sentido lejanas para los neolaredenses, como si la bonanza cruzara por la ciudad sin detenerse.
Hoy, gracias a la determinación política de la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal, esa historia empieza a cambiar.
La llegada de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) es, sin duda, el detonante de una nueva era para la ciudad. Y lo más importante es que, a diferencia de otros tiempos, esta vez la derrama económica no será solo un dato frío en los informes, sino un beneficio palpable para la población. La gestión de Carmen Lilia ha sido clave para que los empleos no se queden en el aire o, peor aún, en manos foráneas: cerca de 240 de las 800 plazas de la ANAM serán para neolaredenses.
Esta no es una casualidad, sino el fruto de la coordinación que la alcaldesa ha sabido tejer con el gobierno federal de Claudia Sheinbaum y el estatal de Américo Villarreal Anaya.
Pero la visión de la alcaldesa va más allá de ocupar vacantes. Está apostando por un modelo económico local que integre a los negocios de la ciudad como proveedores de la agencia. Desde farmacias hasta supermercados y tiendas de conveniencia, la ANAM necesita servicios, y Carmen Lilia quiere que esas oportunidades las aprovechen los emprendedores neolaredenses. Es un enfoque integral que no se limita a traer inversión, sino a garantizar que esta inversión se quede aquí, que se traduzca en ventas, empleos indirectos y crecimiento para los negocios locales.
Aún más interesante es cómo este proyecto ha comenzado a generar una reacción en cadena: la construcción de nuevos centros comerciales, la llegada de franquicias internacionales, y el evidente dinamismo del sector hotelero y de bienes raíces son síntomas de que Nuevo Laredo se está preparando para mucho más que ser un punto de cruce; está camino a convertirse en un verdadero destino de negocios.
La visión de Carmen Lilia no es menor. Con más vuelos en el aeropuerto, una oferta hotelera en expansión y una economía diversificada, la ciudad está trazando una ruta que promete bienestar y oportunidades para todos. La ANAM será la chispa, pero la estrategia de fondo es consolidar un Nuevo Laredo que se sostenga sobre múltiples pilares económicos, no solo sobre la aduana.
Claro, los retos siguen presentes. El verdadero éxito de este proyecto se medirá en qué tanto logra permear este desarrollo hasta las colonias y barrios de la ciudad, en cuántos jóvenes encuentren empleo sin tener que emigrar, y en cuántos negocios pequeños logran consolidarse con el impulso de esta nueva etapa.
Por ahora, hay que reconocer que el camino es prometedor. Y sobre todo, que hoy Nuevo Laredo tiene una alcaldesa que entiende que el crecimiento económico sólo es verdadero cuando mejora la vida de su gente. Carmen Lilia está jugando en grande, y si las cosas siguen como hasta ahora, será la ciudad entera la que gane.
REYNOSA SE LEVANTA
Reynosa vive días difíciles, pero no está sola. En medio de la adversidad provocada por las lluvias torrenciales que sumergieron en agua y angustia a más de 9 mil hogares, la solidaridad se ha convertido en el motor que impulsa la esperanza de miles de familias. Ahí, al frente de los esfuerzos, ha estado siempre el gobernador Américo Villarreal, demostrando que la cercanía con la gente no es un eslogan, sino una convicción profunda.
Desde el primer momento, cuando las lluvias no daban tregua y el temor se apoderaba de las colonias inundadas, el Gobierno del Estado respondió con una rapidez que hoy es motivo de reconocimiento. Los cuerpos de emergencia -Protección Civil, la Policía Estatal, la Guardia Nacional, la Marina, la SEDENA y CONAGUA- se desplegaron sin demora para proteger lo más valioso: la vida de los reynosenses.
La tragedia puso a prueba la fortaleza de la ciudad, donde Américo Villarreal no ha soltado la mano de Reynosa. Día y noche ha estado pendiente, asegurando que la ayuda fluya de manera continua, sin pausas, sin dejar a nadie atrás.
El respaldo ha llegado de todas partes. Empresas privadas se sumaron con donativos que han sido bálsamo para quienes lo perdieron todo. Y la coordinación entre los tres niveles de gobierno ha sido ejemplar. La llegada oportuna de la Coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, y la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, permitió iniciar un censo detallado, casa por casa, para que ninguna familia quede fuera de los apoyos.
Nada de esto sería posible sin la sensibilidad y el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha mostrado con hechos el profundo cariño que tiene por Tamaulipas. El mensaje es claro: Reynosa se levantará, porque la Cuarta Transformación no deja a nadie solo en la tempestad.
Hoy, más que nunca, se demuestra que el lema «amor con amor se paga» es mucho más que una consigna: es una realidad palpable. Reynosa se reconstruirá, sus familias recuperarán la tranquilidad… ¿Qué no?, NOS LEEMOS.
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