Golpe a golpe

Por Juan Sánchez Mendoza

El trabajo de Lucía Aimé Castillo Pastor, en la Secretaría de Educación de Tamaulipas, dejó de ser funcional desde hace varios meses.

Y en la víspera se concretó su salida argumentado, ella, una renuncia por motivos personales, aunque igual pudo tratarse de una destitución.

Lo cierto es que Lucía Aimé nunca pudo conciliar con la sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Particularmente con el dirigente gremial, Arnulfo Rodríguez Treviño. El que pidió su cabeza por vez primera en los albores de septiembre de 2023, cuando el ciclo escolar apenas transitaba su segunda semana.

Para presionar a la autoridad gubernamental, el dirigente magisterial convocó a un paro de labores, objetando, entonces, que Lucía no mostró disposición para atender las demandas de los mentores, como eran:

+ Poner en orden el techo financiero de casi 20 mil maestros;

+ La falta de promoción a los educadores, para acceder a cargos más altos dentro de la estructura del sistema educativo estatal;

+ La falta de maestros en escuelas, por lo que hay, o había en aquél entonces, sobrecupo en los salones de clases; y

+ La falta de pago por el servicio de mentores, hasta por 5 mil horas, en las secundarias generales y técnicas.

Tuvo que ser el gobernador, Américo Villarreal Anaya, quien entonces acordara con el dirigente gremial la cancelación de un paro de labores, pero sin acceder el mandatario a la demanda principal de Arnulfo, que era la destitución de Lucía Aimé.

Y con justa razón, pues el nombramiento de funcionarios del gabinete es atribución exclusiva del jefe del Ejecutivo estatal.

Tras ese acuerdo, Castillo Pastor continuó en el cargo, pero dilató acceder a las demandas de los maestros, hasta que, la semana que nos antecede, un grupo de mentores tomó la SET, exigiendo el cumplimiento de acuerdos, como la basificación y la promoción a carteras directivas.

El 31 de marzo próximo pasado, precisamente cuando un grupo de maestros encabezados por Ulises Pérez Ruiz, bloqueó el acceso a la SET, Lucía Aimé llegó a enfrentarlo en plena calle para exigirle que retirara a los revoltosos, sin prosperar su demanda.

A raíz de la amenaza contra el sistema educativo estatal, de iniciar un paro de labores en todo Tamaulipas, vertida por el agitador que es secretario particular de Rodríguez Treviño, el mandatario estatal convocó a una reunión con Arnulfo, en Palacio de Gobierno, donde no estuvo presente Castillo Pastor.

Arnulfo negó ser el autor intelectual de la insurrección, obviamente.

Pero no hay quien le crea. Al menos, yo no.

Entonces, supongo, para evitar que el problema creciera, Lucía Aimé tomó la determinación de separarse del cargo, o quizá acató la instrucción gubernamental de dimitir al cargo.

Ahora, también supongo, el magisterio estará crecido con la salida de Aimé, hasta el grado de quererle imponer al nuevo funcionario, Miguel Ángel Valdez García, a gran parte de la estructura directiva de la SET.

Y es lamentable, pues el sistema educativo no debe estar sujeto a caprichos gremiales, pese a que Castillo Pastor, por su cerrazón misma y falta de tacto para dialogar, conciliar, acordar y negociar con los maestros, haya acelerado su caída con tanto tropiezo.

La salida de Lucía Aimé de la SET, por la razón que fuere, de ningún modo altera el interés gubernamental de garantizar a toda la población una educación básica de calidad, humanista e integral.

Y sí, en cambio, exhibe la voracidad de grillos, quienes sin atender adecuadamente el apostolado educativo atentan contra la enseñanza.

En fin.

Vacío de poder

Carlos Víctor Peña Ortiz enfrenta sin atender a la sociedad reynosense.

Y ésta exige de forma organizada, al Congreso local, su destitución, al considerar que hay vacío de poder en el municipio.

Los videos de la manifestación en contra del alcalde fronterizo, son harto elocuentes para darnos cuenta del rechazo que hay en contra suya en esa localidad, a quien el mentado ‘Makito’ mira con desprecio.

Prueba de ello es que acusó de pendejos a quienes cruzaran por un puente que generalmente se inunda cada que llueve. Y su novia, quien es la presidenta del voluntariado del DIF-Reynosa, Alejandra Yelitza Garza, lo secunda por lo menos menos en sus críticas a la prensa, llamando perros a los reporteros.

En el Poder Legislativo, según se dice, ya está radicada una denuncia formal donde se enumeran puntualmente los excesos y omisiones de Peña Ortiz en su ejercicio edilicio.

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