Por Luis Enrique Arreola Vidal.

Paren la música.
O mejor no.
Déjenla sonar, para que nadie diga que no escuchó el saqueo.

Porque en la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), Lucía Aimé Castillo Pastor no está gestionando una institución:
está dirigiendo una coreografía de robo sistemático.

Con pasos bien ensayados, aplausos burocráticos y un telón de impunidad que no cae… porque la función sigue cada quincena.

GEOVANNI: EL MAESTRO QUE NO COBRÓ… PERO SÍ COBRARON POR ÉL.

Geovanni Vladimir Chávez Soto es un maestro de carne, hueso y vocación.

Está registrado oficialmente desde el 1 de mayo de 2011.

Tiene clave presupuestal B02083194400.

Ha trabajado en diversas comisiones avaladas por la propia SET.

Ha cumplido.
Ha firmado.
Ha pagado cuotas al SARTET.

¿Y qué ha recibido a cambio?

Nada.
Ni un peso.
Ni una quincena.
Cero.

Más de 400 quincenas desaparecidas.

Más de 3 millones de pesos evaporados.

Pero tranquilos, que alguien más sí los cobró. Porque en la SET, si no te pagan, te suplantan.

LÍNEA DEL TIEMPO DEL CINISMO.

2011: Geovanni entra legalmente al sistema.

2013-2019: Lo comisionan formalmente.

2020: Detecta que nunca ha cobrado.

2022: Va con Lucía Aimé. Le dicen: “Estamos revisando”.

2023: Acude con el gobernador Américo Villarreal.

2024: El gobernador ordena que se le pague.

2025: Lucía Aimé y su operador, Gerardo Rodríguez Salazar, ignoran la orden del gobernador como si no importara.

¿Quién manda en Tamaulipas?

¿El Ejecutivo o los expertos en saquear sin moverse del escritorio?

LA CLOACA YA TIENE DIRECTORA ARTÍSTICA.

La columna La Comuna, de José Ángel Solorio Martínez, lo dijo sin anestesia:

“Lucía Aimé y socios se embuchacan 60 millones de pesos al mes. Cobran cheques de personas fallecidas. Cientos de esos casos no han sido investigados.”

Así o más claro.

No es descuido.

No es error.

No es burocracia.

Es fraude con firma oficial.

Cobran por muertos.

Falsifican firmas.

Duplican claves.

Se embolsan salarios.

Y nadie renuncia. Todos cobran.

Y en medio del lodazal: Gerardo Rodríguez Salazar, exdirector despedido en el sexenio de Egidio Torre Cantú por prácticas similares, hoy reciclado como operador estrella.

Fuente confirmada: Cambio.press

Tamaulipas tiene talento: si robas bien, te contratan otra vez.

EDUCACIÓN A LA TAMAULIPECA: CÓMO ENSEÑAR A ROBAR…

DESDE LA SECRETARÍA.

Mientras otros estados crean aulas móviles o gestionan cooperación internacional, Tamaulipas hace magia:

Recibe a niños sin salones.
Promete cupo sin pupitres.
Y presume cobertura con maestros fantasmas.

La receta es simple:
1. No hay presupuesto.
2. Hay discurso.
3. Aplausos en boletín.
4. Y el saqueo disfrazado de inclusión.

Es como abrir un hospital y decir:

“No hay médicos, pero traemos incienso y esperanza.”

ESTO YA NO ES LABORAL. ES PENAL.

El caso Geovanni ya reventó la lógica administrativa.

Esto es penal.

Y los delitos se nombran así:

  1. Falsificación de documentos.
  2. Abuso de confianza.
  3. ⁠Colusión de servidores públicos.
  4. ⁠Peculado.
  5. ⁠Uso indebido de atribuciones.

Y eso solo en un maestro.

¿Y los otros?

¿Cuántos Geovannis más hay firmando sin firmar, cobrando sin cobrar y sobreviviendo con préstamos?

LA CONTRALORA: LA FUNCIONARIA MÁS OCUPADA DEL SEXENIO.

Y mientras tanto, la contralora Norma Angélica Pedraza Melo ya no da abasto.

Cada semana le cae otro escándalo.

Cada día le abren otro expediente.
Y ahora… uno más:

EXPEDIENTE: SET/ROBO DE SUELDOS/FIRMAS FALSAS/2025

¡Ánimo, licenciada!
La agenda no perdona, pero el pueblo tampoco.

¿QUÉ EXIGE LA GENTE CON DOS DEDOS DE DIGNIDAD?

1.  Cese inmediato de Gerardo Rodríguez Salazar.
2.  Suspensión preventiva de Lucía Aimé.
3.  Auditoría externa, independiente y sin simulación.
4.  Comparecencia pública ante el Congreso.
5.  Carpetas penales activas.
6.  Pago completo y reparación del daño a Geovanni y demás afectados.

Esto ya no es opcional.
Esto es una exigencia ética, legal y social.

CUANDO PARE LA MÚSICA…

Lucía Aimé sigue bailando:
• Sobre las órdenes del gobernador.
• Sobre las firmas falsificadas.
• Sobre los muertos que “cobran”.
• Sobre el sueldo de los que sí enseñan.

Pero no olvidemos:

en todo fraude orquestado… la música siempre para.

Y cuando eso pase,
el pueblo no pedirá aplausos… pedirá cuentas.