DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
En estos días hemos sido testigos de buenos shows políticos: el que sucede, por ejemplo,
con el caso de rancho Izaguirre: de si es solo un rancho de adiestramiento o si fue un campo
de exterminio, para el efecto, fue de total exterminio, puesto que muchos de los reclutados
no regresaron a sus casas. El otro show lo dieron los morenistas en la Cámara de Diputados,
donde protegieron a Cuauhtémoc Blanco para que no sea juzgado por sus hechos que, se
presumen, son ilícitos. Y no puede ser juzgado porque al ser diputado federal, tiene fuero.
Mas rápido que una fecha, los morenistas se sacaron de la manga eliminar el fuero
constitucional, imagino, así como le hicieron con el nepotismo y la reelección: hasta que
nosotros, digamos, nos vayamos, para que se aplique a los que vienen. En fin, el tema del
fuero es significativo por los distintos hechos que en la presente época hemos vivido. Y es
que, el fuero, como tal, tiene procedimientos y detalles que nos hacen dudar de la justicia.
LAS ACUSACIONES.
El diputado Cuauhtémoc Blanco ha sido, desde que político, el centro de escándalos. El
primero fue cuando fue candidato a presidente Municipal de Cuernavaca: como el partido
no tenia candidato, se cuenta, le ofrecieron 7 millones para que aceptara. ¡Y gano! Luego
gano la gubernatura y se le involucro con miembros de la delincuencia organizada; en tanto
que su pleito con el fiscal fue subiendo de tono: protegido por la 4T, el fiscal fue detenido
en su casa y al final salió libre, precisamente por tener fuero.
En este contexto Blanco es protegido por la 4T haciéndolo diputado federal: el fiscal, con
carpeta en mano, solicita su desafuero para ser procesado por tentativa de violación en
contra de su media hermana. Protegido por la 4T, de inmediato corren al fiscal, pero la
demanda ya había sido presentada en la Cámara de Diputados. Ahí, el presidente de la
Comisión fue claro: el fiscal no hizo bien la averiguación, el expediente no estaba bien
integrado. Y, bueno, ya conocemos el resto del show: las mujeres de la 4T lo protegieron
porque es uno de los suyos.
FEDERACION Y ESTADO.
Los tamaulipecos conocemos el caso del exgobernador Francisco Javier García Cabeza de
Vaca. La federación integra acusaciones, se promueve su desafuero y la Cámara de
Diputados aprueba que procede. Sin embargo, esa decisión, tiene que ser convalidada por la
cámara de diputados local, es decir, acá en Tamaulipas y la decisión del Congreso Local es
obvia, puesto que hacen mayoría los miembros del partido gobernante. Así que, en los
hechos, el fuero no fue eliminado.
Sin embargo, las secuelas de los hechos, no han terminado. Todavía hace varias semanas el
afectado publico en redes sociales que la ficha roja de interpol, para su búsqueda,
localización y detención, había sido eliminada. Y nada, la otra parte involucrada, el
gobierno federal a través de la instancia correspondiente, hizo notar que no había sido
eliminada, que estaba en suspenso mientras se decide un amparo. Así, los hechos, nos
muestran como las leyes, el fueron, las sentencias, tienen sus recovecos y son aprovechadas
por los que saben como jugar a las vencidas con las leyes en la mano.
ELIMINAR EL FUERO.
Cuando fue la parte central del show del diputado Blanco, el vicecoordinador de Morena,
Alfonso Ramírez Cuellar propone eliminar el fuero de los legisladores. Los abogados
advierten que hay dos situaciones: “los diputados y senadores son inviolables por las
opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos”, se conoce como la
inviolabilidad de los legisladores. Pero hay otra, que es la que tiene que ver con delitos
penales, es la “inmunidad procesal”, es decir, tienen que quitarles el fuero para que puedan
responder por la responsabilidad de hechos que se presumen delitos.
Cuando quitan el fuero, lo único que hacen es crear las condiciones legales para que pueda
ser juzgado. Es lo que se quiere hacer con el diputado Blanco, al ser juzgado, puede
encontrarse que es culpable o inocente. El problema es que, lo evidente no se niega, no se
puede ocultar: en el contexto político hay acuerdos, hay componendas, complicidades y
eso, en mas de una ocasión, permite violar la ley, proteger a un presunto culpable.
Ya lo han dicho, una y mil veces: los fiscales no hacen bien su trabajo, para favorecer al
presunto responsable. El debido proceso afecta el resultado y la ley es burlada. Por eso,
creo, es bueno retomar el tema del fuero, analizarlo y si fuera necesario, pues eliminarlo.