Golpe a golpe

Por Juan Sánchez Mendoza

Hoy, durante el encuentro que sostendrán la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y Kristi Lynn Noem, la secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, es de esperarse que platiquen sobre la cooperación bilateral en temas de migración, narcotráfico y contrabando de armas. Pero también del amago arancelario de Donald John Trump.

En cuanto a las dos primeras asignaturas, concertadas con el inquilino de la Casa Blanca, Claudia ha respondido con acciones concretas, pues el decomiso de enervantes es cotidiano; y ha reducido drásticamente el cruce de indocumentados, con la presencia de la Guardia Nacional en la frontera.

Pero la respuesta no ha sido recíproca, pues el contrabando de armas de allá para acá, según estadísticas de los decomisos y las halladas en los operativos para combatir a los ‘malandrines’, responde a una manufactura. Por lo regular, estadounidense.

Cierto es que Kristi podría hacer referencia, en su diálogo con Claudia, a la apreciación de Trump de que en México hay políticos involucrados con grupos criminales –ahora, en la Unión Americana, llamados terroristas–, lo cual ella quizás no admitiría, pero tampoco lo descartaría.

Otro asunto, igual de delicado a ser abordado por ambas damas, sería el descubrimiento de los llamados ‘campos de exterminio’ –por parte de los colectivos civiles buscadores de sus familiares desaparecidos–, localizados recientemente en Teuchitlán (Jalisco); Reynosa y Matamoros (Tamaulipas), aunque igual se dice que sólo se trata de múltiples fosas clandestinas.

Sin embargo, el Consulado de Estados Unidos en Matamoros emitió el pasado lunes 24 una alerta de seguridad a sus ciudadanos para no viajar a esta localidad fronteriza.

Y menos transitando el Puente Nuevo.

La alarma corresponde al nivel cuatro diseñado por autoridades de los Estados Unidos por ‘la actividad del crimen organizado que incluye tiroteos, asesinatos, robos a mano armada, robo de vehículos, secuestros, extorsión, desapariciones forzadas y agresión sexual’.

También destaca: “Los grupos criminales atacan autobuses públicos y privados, así como automóviles particulares que transitan por Tamaulipas, a menudo tomando pasajeros y exigiendo rescates”.

Esa alarma conllevaría la sospecha de que la autoridad municipal está involucrada con criminales.

Sobre todo, cuando dos amigos y hasta un hermano del alcalde –José Alberto Granados Favila–, se han visto envueltos en el tráfico de drogas.

Hay dos casos harto ilustrativos:

1) Edgar Alejandro Villarreal Guajardo (a) ‘Fresa’, quien fuera detenido por agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA) el pasado 22 de enero en Brownsville, Texas –EE-UU.–, en posesión de 8.8 kilogramos de cocaína; y de

2) Rodrigo Iván Sánchez Cantú, quien fuera capturado el 4 de mayo de 2020 por agentes del ‘Grupo Jaguar’ de Operaciones Especiales de la Policía Estatal, en posesión de 8.8 kilogramos de cocaína, 60 kilogramos de mariguana y una pistola calibre .45

El primero fue el coordinador financiero durante la campaña del ahora alcalde; y el otro despachaba como su secretario particular, cuando Alberto Granados despachaba como secretario de Bienestar en el ayuntamiento de Matamoros.

Ambos casos han puesto en alerta a la DEA y abonan a la hipótesis de Trump, en el sentido de que hay políticos relacionados con criminales.

A eso hay que agregarle que en Matamoros los grupos buscadores de víctimas han localizado (+/-) 15 fosas clandestinas –como puntualmente lo consigna El Financiero–, dando pie a que el cuerpo consular recomiende a los ciudadanos estadounidenses no viajar a Matamoros.

La información, hasta donde sé, ya está en manos de Omar García Harfuch, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, quien, por cierto, el pasado 7 de marzo se reuniera en Washington con los encargados de la comunidad de inteligencia estadounidense, según reveló anteayer el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Ratcliffe.

En una audiencia ante el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja de Estados Unidos, Ratcliffe dijo que él y la directora Nacional de Inteligencia, Tulsi Gabbard, hablaron con García Harfuch sobre el tema de los cárteles mexicanos de la droga.

“Cuando (García) Harfuch, estuvo aquí, no sólo se reunió con el director del FBI, (Kash) Patel, sino también con la directora Gabbard y conmigo”, señaló Ratcliffe.

En esos diálogos, los involucrados pudieron haber intercambiado información, con nombres y apellidos, que poco a poco serían ventilados.

Tregua magisterial

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) amaga con un paro indefinido de labores en todo el país, a partir del próximo 11 de abril –justamente cuando da inicio el período vacacional de primavera–, en caso de no abrogarse la Ley del ISSSTE que data del 2007.

Hace días la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo retiró de la Cámara de Diputados su iniciativa de reforma a esa reglamentación y ofreció que el pliego petitorio de los maestros inconformes sería atendido. Pero esto no les satisface a los alcistas que han desenterrado el hacha de guerra.

Este asunto que harto inquieta a la inquilina de Palacio Nacional no ha sido atendido por el secretario de Educación Pública, Mario Martín Delgado Carrillo, pues de antemano sabe que todo intento suyo, de negociación con la CNTE, sería estéril, por no tener autoridad ni respeto ante el magisterio.

De cualquier forma, hay una tregua.

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