Ley de Ingresos 2025 contempla una partida de 250 millones de pesos provenientes del
FORTAMUN, de los cuales 50 millones deben ser etiquetados para seguridad pública
Por Agustín Peña Cruz
Ciudad Altamira, Tamps.- En un mensaje directo y sin ambages, el regidor Félix Miguel Guillu
Meraz, integrante del cabildo altamirense, lanzó un llamado urgente al gobierno municipal,
encabezado por Armando Martínez Manríquez, para atender con prontitud y responsabilidad las
necesidades apremiantes de los cuerpos de seguridad y emergencia, en especial del Cuerpo de
Bomberos, cuyas instalaciones y condiciones de trabajo —según evidenció el propio edil— distan
mucho de estar a la altura de una ciudad que presume de modernización y crecimiento industrial.
«No se puede ser candil de la calle y oscuridad en la casa», sentenció Guillu, al tiempo que recordó
que el pueblo no solo pone y quita, sino que también demanda, y exige hoy ser escuchado.
A través de una serie de tres videos difundidos la tarde-noche de este domingo, y grabados en
escenarios cuidadosamente elegidos —dos de ellos frente a obras públicas que el gobierno municipal
presume como emblemáticas, y un tercero frente a las deterioradas instalaciones de los bomberos
municipales— el regidor opositor apeló a la congruencia institucional y al uso responsable de los
recursos públicos.
En su mensaje, sostenido por el contexto de un incendio de gran magnitud ocurrido el 16 de marzo
en el Mesón Federal, destacó la precariedad con la que operan los cuerpos de emergencia, a pesar
del alto riesgo que implica su labor diaria.
“Sabemos que no bastan los aplausos, no bastan los abrazos, y no basta el reconocimiento de papel;
lo que se necesita son equipos y herramientas necesarias para proteger la vida de nuestros héroes,
pero sobre todo garantías para sus familias y mejores prestaciones salariales”, subrayó Guillu, quien,
citando las facultades que le otorga el artículo 59 del Código Municipal de Tamaulipas, advirtió que
no se quedará en la denuncia pública, sino que buscará llevar el tema a la máxima tribuna del
municipio.
El regidor narró que el pasado 18 de marzo visitó personalmente las instalaciones de los bomberos
municipales, constatando la falta de uniformes, equipo adecuado y condiciones mínimas de trabajo.
“Hoy puedo decir que es fundamental que los bomberos cuenten con instalaciones dignas, pero, a
corto plazo, con lo más básico para su trabajo. Por ello, el gobierno debe garantizarles un salario
justo y adecuado”, insistió.
En una acción precisa sobre el caso, Guillu envió el 20 de marzo el oficio SR/SEC/2025/23 al
Secretario del Ayuntamiento, José Francisco Pérez Ramírez, solicitando que se les proporcione de
manera inmediata equipo completo, incluidos trajes especiales y herramientas, con el objetivo de
garantizar no solo la atención a la ciudadanía en situaciones de riesgo, sino la seguridad misma de
los bomberos.
“Es inaceptable que haya pasado ya más de una semana del incendio y los bomberos sigan sin
contar con el equipo necesario para actuar eficazmente”, cuestionó el regidor.
Guillu recordó que Altamira es una ciudad industrial, en expansión, donde la atención a emergencias
no es un lujo, sino una necesidad crítica. Denunció la ausencia de seguros médicos mayores, bajos
tabuladores salariales y falta de garantías laborales para bomberos, agentes de tránsito y personal
de Protección Civil, elementos que, en sus palabras, deben ser una prioridad urgente en la agenda
gubernamental.
Como presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Cambio Climático del Cabildo, Guillu
anunció que presentará una iniciativa para garantizar la capacitación constante de los bomberos,
además de asegurar recursos económicos suficientes para su equipamiento.
Reiteró que dentro de la Ley de Ingresos 2025 se contempla una partida de 250 millones de pesos
del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (FORTAMUN), de los cuales 50
millones deben destinarse, obligatoriamente, a seguridad pública. “En ese contexto, los bomberos,
tránsito y protección civil deben ser prioridad para nosotros como gobierno”, puntualizó.
Más allá de las cifras, Guillu también apeló al sentido común y la ética pública: “Es inaceptable que
nosotros como gobierno direccionemos terrenos a comodato, mientras que Tránsito y Protección Civil
están pagando renta.
Cabe señalar que los bomberos municipales trabajan en un camper en pésimas condiciones. ¿Dónde
está la congruencia?”, cuestionó en tono crítico.
Al concluir su mensaje no dejó espacio a ambigüedades. Citando la voz popular como última
instancia de legitimidad, el regidor remató: “Y sí, efectivamente, el pueblo pone, el pueblo quita, y
también el pueblo demanda, y hoy demanda ser escuchado. Debemos atender estas exigencias que
no solo benefician a los bomberos, sino también a la ciudadanía”.
Además, externó que, lejos de las promesas y los reconocimientos simbólicos: “La ciudadanía tiene
derecho a una seguridad pública de calidad, no a producciones de cine o cuentos de hadas donde no
pasa nada. Tengamos presente que no basta con menciones honoríficas y reconocimientos públicos,
sino que debemos atender las verdaderas causas. Amor con amor se paga, gracias”.
Con ello, Guillu, en su calidad de representante popular, pone el dedo en la llaga de una
problemática que se vuelve cada vez más insostenible en municipios donde la planeación urbana no
va de la mano con el fortalecimiento institucional. La presión ahora está sobre el Ejecutivo municipal,
que deberá justificar —ante el cabildo y ante la ciudadanía— la distribución del presupuesto
etiquetado, y demostrar que la transformación prometida no deja en el olvido a quienes arriesgan su
vida por la comunidad.