Las desapariciones

Adán Echeverría

¿Cómo lo adquirieron los del cártel?

Ricardo Ravelo

“Se lo despojaron al dueño en el 2012, por miembros del cártel, y hoy está registrado en el catastro como una propiedad privada” señala el periodista y escritor Ricardo Ravelo en una conversación dentro del canal de Julio Astillero, sin embargo, los Comenta Noticias de siempre señalan que todo lo que ocurre en aquel rancho en Jalisco es culpa del gobierno de Andrés y ahora de Claudia: en sus periódicos, programas de radio y televisión hablaron de Centro de Reclutamiento Forzado del crimen organizado, para luego pasar a Centro de Adiestramiento del Cártel, y terminar en Campo de Exterminio con Hornos Crematorios, por su necesidad de equipararlo al campo de concentración nazi de Auschwitz.

De ese nivel se las gastan los Loret, los Ciros, Lopezdórigas, las Azucenas, Adelasmichas, Anafrasnciscasvegas, las Aristegui, las Familiar, las Lourdesmendozas, y los enanos mentales Ferrices y Chumeles de México: la banalización total de una tragedia mexicana, que comenzara hace años con la mal llamada Guerra Sucia que tuvo su pináculo en los llamados “vuelos de la muerte” cuando secuestraban juventudes que se animaban a protestar contra el gobierno, y los lanzaban desde avionetas hacia cualquier punto del océano Pacífico, que posteriormente mutó, y que desde el año 2000, con los gobiernos de Zedillo, Fox, FeCal y EPN se exacerbarían debido a los vínculos de estos grupos prianistas con el crimen organizado desatando tragedias como Acteal, Ayotzinapa, San Fernando, Villas de Salvárcar, Nochixtlán, entre tantas más, colocando narcoetiquetas, creando campañas millonarias en las redes sociales, con una única búsqueda: pretender equiparar a los gobiernos de la 4T con el prianato; señalando hasta el cansancio: “son iguales o peores que nosotros”. ¿Cómo esto les parece que es hacerle justicia al pueblo de México?

En 2018 yo mismo fui levantado. Porque en una sociedad acostumbrada a que todo tiene la narcoetiqueta de: tú eres narco, él es narco, todos tenemos un pariente que compra o consume drogas, todos tenemos a alguien metido en la Maña, todos tenemos a alguien que conoce a un halcón y ha hecho en algún momento un trato con alguien del crimen organizado, pues es muy fácil esconder cualquier pleito, problema, deseo de delinquir o de hacer fraude, diciendo: “al doctor lo secuestró la Maña, seguro hizo algo”, aunque tú (en este caso yo) no le importe para absolutamente nada a los carteles. Y esto sucede por la mala praxis en la que los pseudoperiodistas, comenta noticias, se dedican a ensuciar toda investigación volviéndola raja política y que sus dichos ad nauseam permeen en la población.

Algo pasó en el rancho, es verdad. Unos acusan al alcalde del lugar, otros al gobierno de Enrique Alfaro y de Pablo Lemus, y por extensión a todo el partido Movimiento Ciudadano. Lo cierto es que difícilmente sabremos la realidad. Es más fácil decir de una madre buscadora: “Su hijo era un sicario, ahí están las fotos en las que presumía tener armas exclusivas del ejército”, incluso han llegado a poner fotos de una de esas mujeres, más joven, posando “sexi” con botellas de alcohol y armas largas; y con eso quieren desacreditar su trabajo de búsqueda como una mujer a la que le desaparecieron a sus hijos. Tal vez sea verdad, la misma madre buscadora lo ha aceptado: “Mi hijo sí estuvo en malos pasos, pero no deja de ser mi hijo y buscaré su cuerpo todo lo que me reste de vida”.

Ojalá como sociedad entendamos algo: no somos una sociedad narca, como tampoco somos una sociedad totalmente católica, ni totalmente atea, ni totalmente nada. Somos una gran diversidad; algo que es cierto, es que la gran mayoría de nosotros, los mexicanos y mexicanas, carecemos de las armas que sí tiene el crimen organizado y los gobiernos municipal, estatal y federal. Nosotros quedamos en el medio.

Triste es que gran parte de los medios de comunicación, que deberían ser el puente para poder tener información correcta, hayan decidido apostar por una fuerza política, basado en los dineros que pueden lograr obtener al tomar partido de uno u otro lado. Eso hace que el pueblo siga quedando en medio, en el total desamparo, asustados por las tantas desapariciones que continuarán y careciendo de justicia.