DE PRIMERA …. LA DAMA DE LA NOTICIA
POR ARABELA GARCIA……..
r
La Urgencia de la Empatía en un Contexto de Crisis
En un momento crítico para México, la administración actual, encabezada por Americo Villarreal
Anaya , ha suscitado preocupaciones profundas sobre la atención a los problemas fundamentales
que afectan a la sociedad. La carga que enfrentan las autoridades legales es palpable, pero esta
situación ha desviado la mirada de otros asuntos que requieren atención urgente. El rezago en la
generación de proyectos a nivel municipal y estatal es un eco de la falta de sensibilidad y
respuesta por parte del gobierno, que parece haber olvidado su deber de servir a la población,
priorizando su propia protección.
El rezago en diversos municipios del país es alarmante. Según datos del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), el 60% de los municipios en México reportan niveles de pobreza
multidimensional, lo que significa que sus habitantes carecen de acceso a servicios básicos como
salud, educación y alimentación. La inseguridad, que ha sido un tema recurrente en los últimos
años, ha creado un ambiente de desconfianza y caos, afectando no solo la calidad de vida, sino
también el desarrollo económico.
La violencia en el país ha alcanzado niveles escalofriantes. En 2022, se reportaron más de 30,000
homicidios, con un aumento del 8% respecto al año anterior. Este contexto ha generado un
desequilibrio que trasciende la mera estadística, afectando a comunidades enteras y exacerbando
problemas estructurales. La falta de políticas efectivas que no solo atiendan la violencia, sino que
también fomenten un entorno propicio para el crecimiento de grupos productivos, es un aspecto
crítico que no se puede pasar por alto.
Desabasto y desinterés: un grito urgente por justicia social
En este contexto, la crisis en el sector salud se ha vuelto particularmente dolorosa para muchos
mexicanos. El caso reciente de la falta de metotrexato en el Hospital Infantil de México es un
ejemplo desgarrador del desamparo que enfrentan las familias. Este medicamento es fundamental
en el tratamiento de la leucemia, y su desabasto ha dejado a muchos niños sin la atención que
necesitan. Israel Rivas, padre de una niña de cuatro años que padece leucemia, expresó: «Las
quimioterapias no son un mejoralito», subrayando la gravedad de la situación. Según la Asociación
Mexicana de Lucha Contra el Cáncer, se estima que el 70% de los pacientes pediátricos con
leucemia requieren metotrexato como parte de su tratamiento.
La respuesta del secretario de Salud, Jorge Alcocer, minimizando la urgencia del desabasto al
calificar el medicamento como «secundario», refleja una desconexión alarmante entre las
autoridades y la realidad que viven millones de ciudadanos. Esta falta de empatía y comprensión
ante el sufrimiento ajeno no solo perpetúa el caos en el que vivimos, sino que también aleja a los
ciudadanos de sus representantes.
La empatía debe ser el hilo conductor que una a los gobernantes con su pueblo. No se trata solo
de cumplir con el deber, sino de escuchar, de sentir y de responder con humanidad. En un país

donde el 25% de la población carece de acceso a servicios de salud, como indica el Informe sobre
la Situación de Salud en México, la falta de atención a estos temas es una tragedia que no
podemos permitir.
Los recientes conflictos, como la protesta de padres de pacientes con cáncer, son un llamado
urgente para que las autoridades se enfoquen en lo que realmente importa. Cada día, más de
250,000 personas en México enfrentan el reto de acceder a tratamientos médicos adecuados. Al
no responder adecuadamente a estas necesidades, el gobierno perpetúa un ciclo de sufrimiento y
desesperanza.
En un país que necesita a gritos un cambio, el verdadero desafío radica en la capacidad de
nuestros líderes para conectarse con la realidad que enfrentamos a diario. La arrogancia y la falta
de atención a las necesidades básicas no solo perpetúan el caos en el que vivimos, sino que
también alejan a los ciudadanos de sus representantes.
Que la voz de quienes claman por ayuda sea escuchada, y que la empatía se convierta en el pilar
sobre el cual construyamos un México más justo y digno para todos. Solo a través de un verdadero
compromiso con las necesidades de la población, podremos empezar a sanar las profundas
heridas que han dejado años de desatención y desinterés. Es hora de que nuestros líderes se
reencuentren con su humanidad y comprendan que el bienestar de la sociedad debe ser la
prioridad ineludible de su gestión.
Sugerencias y comentarios [email protected]