LOS HECHOS
POR José Inés Figueroa Vitela
Así como dieron en denominar como “la tormenta perfecta” a la suma de varias
depresiones tropicales, la “desesperación perfecta”, ahora se concluye, es la unión de
varios frentes exasperantes para un individuo, ente, movimiento frustrado.
Como se inscribe en los documentos legales, “en lo sucesivo…” cuando se hable
del PAN o de FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, indistintamente
se estará hablando de uno y de otro.
La campaña de desinformación, que hace dos-tres semanas inició el pan-cabecismo
y busca elevarse a nivel nacional, a través de los abonados del exgobernador de triste
memoria, tiene las mismas motivaciones múltiples y un destino conocido.
A Francisco “N”, en principio lo mueve el pavor que le provoca su inminente
confinamiento tras las rejas, al irse quedando sin las bases que le han dado impunidad
durante los últimos dos años y meses, así como seguir creciendo el cúmulo de
evidencias, de todos los excesos de los que fue protagonista y artífice.
La renovación del Poder Judicial Federal, es una garantía de que los amparos
cómplices se vendrán abajo y no habrá cabida para nuevos mantos de impunidad; la
próxima salida del fiscal carnal Irving Barrios Mugica, es constancia de que la
judicialización de las carpetas de investigación será contundente, sólida, e implacable.
Y la elección local del poder judicial doméstico, empatada con la federal, también
cierra otro coto de evasión, para que los mandamientos judiciales de este origen, sean
expeditos y definitorios.
El conocimiento público de todas esas inercias, además tambalea el soporte de las
complicidades de quienes, de alguna manera, fueron involucrados en los latrocinio y
excesos del pasado sexenio, quienes sintiendo en carne propia las consecuencias de
aquellos delitos, más temprano que tarde terminarán por señalar a los autores
intelectuales y detentadores de la gran tajada del tesoro mal habido, si es que no lo
han hecho ya.
Junto con todo lo negro que representa el ex gobernador de triste memoria en la
causa partidista, el PAN se cuece en sus hieles sin encontrar el camino, de regreso a la
competencia electoral, lapidado precisamente por esos desvíos, que significaron
extender concesiones de sus siglas a personajes obscuros, sin escrúpulos, faltos de
toda ética y capacidad para gobernar.
Por eso decía, la campaña de lodo emprendida por el PAN-cabecismo en contra de
Morena y sus gobiernos, tiene múltiples motivaciones y, de cimentada en la mentira y
la denostación, camina la ruta de más descrédito y condenas de la sociedad, que no se
traga sus estrategias perversas.
Así como todas las anteriores intentonas de sorprender a la ciudadanía, endosando
culpas fantasmagóricas al gobernador AMERICO VILLARREAL ANAYA y a
Morena, en todos sus rostros, hasta la cúpula presidencial y los liderazgos legislativos,
en esta ocasión el peso de la verdad se ha impuesto, reduciéndolos a sus rincones
donde siguen perdidos.
Independiente de que todo lo que han hecho ellos, supera el que un profesionista
del derecho, por servir de representante a un capo, con la relación hacia gobiernos
morenistas los salpicaría de complicidades en los presuntos delitos de sus clientes, las
afir,acciones no tienen el menor sustento.
Insistió, eso no sería nada en la agenda de efectivas relaciones perversas del PAN y
Cabeza, hablando de delitos directamente cometidos dentro de su entorno.
No tendríamos que volver a repetir nombres como el de GARCÍA LUNA y
FELIPE CALDERON, o hechos como la fabricación de testigos y la creación de
grupos paramilitares desde gobiernos panistas para agredir y delinquir.
Ya quedó claro y está publicado en el periódico oficial del Estado de enero del año
pasado, que el abogado motivo de sus escándalos, nunca trabajó para el gobierno de
Tamaulipas y su efímero paso, fue como “asesor honorario” -sin relación laboral-, por
propuesta de una asociación civil, la que no prosperó, al definirse las estructuras en
los términos de la ley orgánica del estado.
Y que si en la cámara federal legislativa se le otorgó un reconocimiento, fue a
instancias precisamente del Partido Acción Nacional, que ahora acomoda los hechos y
reclama al tamaño de sus perversas actitudes de infundio, descrédito y frustrada
promoción política.
Ya se los habíamos dicho antes: están en una reeditada jornada de desinformación,
igual a las que antes no les funcionaron; es decir solo están malgastando sus recursos
en algo que no tiene destino.
Los entendemos porque los argumentos se les acabaron y andan el camino
inexorable de su desaparición como opción política-electoral, pues desaprovecharon
la oportunidad que el pueblo les dio en su momento.
Ahí que le sigan, esto ya no tiene vuelta de hoja.