LOS HECHOS
POR José Inés Figueroa Vitela

Aunque hasta ahora las campañas de desinformación le han servido para poco o
nada, e incluso se han vuelto en su contra, la oposición sigue empeñada en la diatriba,
la mentira, la ofensa, como su única estrategia electoral.
Pareciera que no tiene razón para seguir usando lo que le ha resultado
contraproducente, hasta quedar apestados ante el pueblo que de manera creciente les
ha ido retirando las consideraciones en las urnas electorales.
No obstante, parece que es “lo que mejor se les da” o lo único que saben hacer, con
todo y lo contraproducente que les resulte.
No tienen más.
La alusión viene a colación de la reeditada campaña negra emprendida contra el
hijo del gobernador tamaulipeco, AMÉRICO VILLARREAL SANTIAGO, a quien el
fin de semana intentaron relacionar con un presunto detenido en Texas, en posesión de
substancias prohibidas.
Son tan torpes que, sin necesidad de ir a los deslindes naturales, las mismas
publicaciones por ellos inducidas, textualmente, carecían de veracidad.
Publicaron una foto donde el hoy delegado federal de los programas de bienestar en
el Estado de Coahuila, aparece con otra persona que identificaron como el presunto
detenido, cuyo nombre ni fisonomía coincidían.
En realidad se trataba de un empleado del Gobierno de Tamaulipas, ciertamente
amigo del hijo del Gobernador, pero cuyo nombre y personalidad no tenían cosa que
ve con el aludido por los filtradores en los medios que publicaron la especie.
Pretendieron terciar relación con el partido MORENA y sus gobiernos, aludiendo a
un tal ANTONIO GRANADOS, mencionándolo como “el alcalde de Matamoros”,
cuando todo mundo lo conoce por BETO y cuyo nombre completo es JOSÉ
ALBERTO GRANADOS FAVILA.
Más allá de tales acotaciones, que de suyo desacreditan las campañas negras de la
minoría desprestigiada de origen, VILLARREAL SANTIAGO a través de las redes
sociales hizo las puntualizaciones de rigor, sobre las que el grueso de los tamaulipecos
tenemos antecedentes y conciencia plena:

“Esta nota que ha salido en donde me exhiben a mí en una fotografía con LUIS
ROBETO GARCÍA y adjuntan unos documentos de una presunta detención, pues es
totalmente un montaje.
“Esto no existe, no somos las personas que estamos en estos documentos y no
tenemos relación con ellas”, escribió es sus cuentas.
Aclarado que no hay alguna relación con el detenido en Brownsville el pasado 27
de enero por la DEA y que no hay pruebas sobre las acusaciones mediáticas, se
confirma, eso es producto de las mentes perversas panistas.
Esas, especializadas en campañas negras, quienes, al haber perdido la confianza de
los ciudadanos por su desaseado paso por el poder, intentan manipular con mentiras a
los electores.
Usar eso, además, con la intención de desviar la atención respecto de las
detenciones e investigaciones sobre su corrupto actuar, en la campaña profiláctica
emprendida por el gobierno estatal morenista, refleja el miedo a la acción de la
justicia, de la que pocos se salvarán en el mar de complicidades prohijado por el
cabecismo.
La maquinaria justiciera ya se echó a andar y no habrá campaña de mentiras que la
detenga.
Los delincuentes, corruptos y mentirosos, que llegaron al poder en el cabezato, por
más cortinas de humo que tiendan y complicidades que anden buscando, tienen sus
días contados.
Por sus obras, los conocemos todos.
En lo que queda del PRI no cantan mal las rancheras.
La nueva Dirigencia Estatal encabezada por el chamaco mantense BRUNO DÍAZ,
le ha dado por someter a los trabajadores a checar el reloj a la 8:30, además de firmar
una lista para verificar la asistencia de la entrada.
A mediodía pasan a verificar al personal si se encuentran laborando en su lugar,
haciéndolos firmar nuevamente la lista de asistencia y a la hora de salida pasan a
imprimir al reloj checador las 3:30 p.m. y nuevamente, tienen que firmar la hoja de
asistencia.
Además, si los trabajadores en su vehículo no cuentan con la calcomanía del PRI,
se les impide el acceso al estacionamiento, o en su caso, van hasta su espacio de la
oficina a avisarles que retiren el vehículo del estacionamiento.
También se incrementó el acoso laboral, retirándole a los trabajadores, los controles

de los climas.
Este es el nuevo PRI de puertas abiertas, donde “El BATMAN” colocó una puerta
de seguridad en el Primer Piso, para que ni los mismos trabajadores accedan al área de
la Presidencia.
Anda peleando los centavos que quedan de prerrogativas, de los que dispone,
acumulando deudas.