SINGULAR

Por: Luis Enrique Arreola Vidal.

Matamoros se encuentra en una encrucijada. Por un lado, enfrenta el desgaste de décadas de corrupción, abandono y violencia.

Por el otro, tiene una sociedad que aún no se rinde, una ciudadanía que exige resultados y un sector productivo que, pese a todo, sigue impulsando el desarrollo de la ciudad.

La llegada de José Alberto Granados Fávila a la alcaldía generó expectativas de cambio.

Prometió una transformación basada en orden, eficiencia y combate a la corrupción. Sin embargo, los primeros meses de su administración han sido una prueba de fuego.

Matamoros no puede permitirse otro sexenio de promesas incumplidas. O se toman decisiones firmes ahora, o la ciudad se hundirá aún más en la crisis.

I. Economía: La maquila en la cuerda floja.

La industria maquiladora es el motor económico de Matamoros, representando el 60 % del empleo formal y generando más de 2,500 millones de dólares en derrama económica anual (INDEX Nacional, 2023). Sin embargo, el sector enfrenta una crisis sin precedentes:
• Las contrataciones han caído un 40 % en el último año (Secretaría de Economía, 2023).
• Empresas clave como Tridonex y Kongsberg Automotive han reducido personal debido a la incertidumbre económica y conflictos laborales.
• 500 millones de dólares en inversiones se han perdido en los últimos cinco años, según la Secretaría de Desarrollo Económico de Tamaulipas.
• El 30 % de las empresas en el sector automotriz están en riesgo de relocalización hacia otras regiones con incentivos más atractivos (AMIA, 2023).

Esta crisis no es exclusiva de Matamoros, pero la diferencia entre las ciudades que sobreviven y las que colapsan radica en las acciones de sus gobiernos locales.

¿Qué necesita hacer la administración municipal?
1. Incentivos fiscales estratégicos: Reducción de impuestos municipales a nuevas inversiones y creación de un programa de estímulos para empresas en riesgo de cierre.
2. Gestión de fondos estatales y federales: No basta con solicitar recursos; se necesita un plan de reindustrialización que vincule a Matamoros con el nearshoring y la inversión extranjera directa.
3. Diversificación económica: Impulsar otros sectores estratégicos como tecnología, energías renovables, turismo y comercio digital.

Si Matamoros no actúa con rapidez, la crisis laboral crecerá y afectará directamente la seguridad, el consumo y la inversión.

II. Infraestructura: Una ciudad que se cae a pedazos.

Matamoros tiene una infraestructura obsoleta y en colapso.
• 50 % de las calles están en malas o pésimas condiciones (Colegio de Ingenieros Civiles de Tamaulipas, 2023).
• El drenaje colapsó: No ha sido modernizado en más de 20 años, generando inundaciones y daños en viviendas.
• Falta de planificación urbana: Crecimiento desordenado sin servicios básicos como drenaje, alumbrado y agua potable.

El alcalde ha anunciado planes de bacheo y rehabilitación de drenaje, pero estos esfuerzos aislados no resuelven el problema de fondo.

Soluciones urgentes:
1. Plan Maestro de Infraestructura 2024-2030: No se trata de parches, sino de un programa integral con financiamiento estatal, federal y privado.
2. Auditoría total de obras públicas: Transparencia en licitaciones para evitar desvío de recursos y corrupción.
3. Rescate de escurrideros naturales: Implementar un plan hídrico en coordinación con CONAGUA y SEDATU para prevenir inundaciones.

Si Granados quiere dejar huella, necesita dejar de administrar la crisis y empezar a resolverla.

III. Seguridad: Un problema que no se resuelve con discursos.

Uno de los primeros anuncios del alcalde fue su intención de limpiar la Dirección de Tránsito, una de las dependencias con más denuncias por corrupción. Sin embargo, el problema de seguridad en Matamoros va mucho más allá de Tránsito.

Cifras alarmantes:
• Aumento del 25 % en homicidios violentos en 2023 (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública).
• Extorsiones y cobro de piso afectan al comercio local, generando cierre de negocios y disminución de inversiones.
• Falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno, lo que ha debilitado la capacidad de respuesta.

Acciones necesarias:
1. Tecnología en seguridad: Implementación de cámaras de vigilancia, reconocimiento facial y sistemas de respuesta rápida.
2. Capacitación y depuración de la policía municipal: No basta con cambiar mandos, se necesita una policía profesional, certificada y bien pagada.
3. Acuerdo de seguridad con la Federación: Exigir mayor presencia de fuerzas federales y coordinación real con la Guardia Nacional.

Sin estas medidas, la inseguridad seguirá definiendo la vida en Matamoros.

IV. Migración: ¿Oportunidad o problema?

Matamoros es uno de los puntos más afectados por la crisis migratoria en la frontera. Cada mes, miles de migrantes son deportados y se quedan varados en la ciudad sin recursos ni oportunidades.
• Los albergues están colapsados.
• El comercio informal crece descontroladamente.
• El gobierno municipal no tiene un plan de atención integral.

Alternativas para transformar la crisis en desarrollo:
1. Programa de empleo temporal para migrantes, en colaboración con el sector privado.
2. Gestión de fondos internacionales, con apoyo de la ONU y organismos de derechos humanos.
3. Centro de atención integral, que permita regularizar a migrantes con intención de trabajar.

Matamoros podría convertir la migración en un factor de crecimiento en lugar de solo verlo como un problema humanitario.

V. ¿Una administración distinta o más de lo mismo?

Granados llegó con la promesa de ser diferente. Sin embargo, hasta ahora, ha señalado problemas, pero no ha presentado soluciones de fondo.

Para marcar una diferencia real, necesita:
• Liderazgo firme: No basta con voluntad; se requieren resultados medibles.
• Gestión efectiva de recursos: Presentar proyectos sólidos para atraer inversiones estatales y federales.
• Innovación en políticas públicas: Apostar por soluciones de largo plazo y no solo medidas temporales.

Matamoros no puede seguir esperando. El momento de actuar es ahora.

Porque en esta ciudad, la historia no la escriben los discursos. La escriben las acciones. O la falta de ellas.