La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Dos de los principales focos de tensión política en Tamaulipas, –Reynosa y la capital ciudad Victoria– empezaron a diluirse este inicio del 2025. En su reciente gira por la frontera, el gobernador Américo Villarreal Anaya, se vio muy conciliador y el alcalde Makyito Peña Ortiz se notó más civilizado que de costumbre.
(Podríamos decir, barbero; pero no es un término que coincida con el ambiente de respeto mutuo entre los representantes de los Poderes. El gobernador, incluyente y comedido instruyó a su secretario General, Héctor Calabazo Villegas, para que atendiera los reclamos de una dolida madre).
Los enconos, alimentados por la senadora Verde, Maky Ortiz, en la mentalidad de su querido bebé, se guardaron para otro momento.
Por el momento: enterraron sus flechas.
Ya vendrán los tiempos electorales.
Cuando la temperatura por la gubernatura traiga de nueva cuenta, la época de crispación y la lucha de intereses.
Se delinea desde ya, Maky como precandidata del Verde para el Ejecutivo estatal. Y se sabe: la doctora no respeta ningún grado cuando se trata de pelear por el poder. De hecho, ese es el fondo y los orígenes del diferendo entre los Makyiavélicos y el gobernador.
No olvidemos, que la elección de Villarreal Anaya estuvo en vilo por varios meses ante las inconformidades de mala leche de Ortiz Domínguez. Esa conducta, abiertamente vulgar, dejó heridas que tardan en sanar.
La conducta rupturista de Maky, quedó exhibida cuando por la libre y con el Verde logró la candidatura a senadora.
¿Duda alguien que ensuciará el proceso interno y que se hospedará en el Verde para reventar la coalición de MORENA en la sucesión gubernamental?
En Victoria, parecen haberse zanjado los desacuerdos que salieron a flote el año pasado entre el gobierno del estado y el alcalde, Lalo Gattás. El Ejecutivo estatal, anuncio programas para reparar la pavimentación en al menos media docena de colonias populares; en tanto Gattás, más armonioso –de aquí para allá y de allá para acá– omitiendo la rispidez de otras etapas puso a trabajar a su Departamento de Tránsito y anda echo la mocha reparando los semáforos de la ciudad, que tenía meses sin una manita de gato.
Los planes del gobierno estatal, para la capital, son ambiciosos.
Primeramente, saldrán beneficiados los ciudadanos; luego el mismo presidente municipal, que al desaparecer animadversiones y malentendidos trabajará sin presiones y sin justificaciones para no rendir cuentas optimistas a los victorenses.
En su segundo periodo de gobierno de Gattás, la tranquilidad de Victoria está garantizada. El próximo candidato a la alcaldía se llevará cabo, en un escenario de concordia al interior y al exterior de MORENA.
Así están los abarrotes.
Victoria en calma chicha; Reynosa, como siempre: un desmadre, bien organizado.