AGENDA PÚBLICA.

Salvador Leal Luna.

Para nadie es extraño que estos dos niños mimados del edil de Reynosa, Carlos Víctor Peña Ortiz y el vacuno presidente de la Junta de Gobierno, Humberto Prieto Herrera, cada uno desde sus trincheras es por la presidencia municipal de esa ciudad fronteriza, es un pleito más que casado.

Ha sido evidente que desde la legislatura pasada estos dos morenistas, pero ninguno tiene una ideología partidista definida, sino más bien es de intereses, se traen ganas, ya que el edil le ha hecho la vida de cuadritos con ese amparo que promovió con respeto a los integrantes del consejo de la Comapa, donde hoy están no sólo un diputado, sino todos los legisladores locales de ese municipio.

Sin embargo, la guerra apenas empieza, ya que el vacuno diputado panista y quien niega su cruz de su parroquia es que desde las “ocurrencias mañaneras” es sólo para estar en el ámbito político y perfilarse como un posible aspirante a la alcaldía de Reynosa, porque en su, partido Acción Nacional, no lo dejaron ser en su tiempo, hoy con Morena, la buscara, ya que se reeligió como diputado en las pasadas elecciones.

Cabe destacar que él, como sus compinches compañeros de Reynosa, Magaly Deandar, Marco Gallegos e inclusive el propio, Armando Zertuche, buscaron por todos los medios impedir que makito, se registrara para participar como candidato a la presidencia municipal, donde un legislador puso una denuncia por violación a los derechos humanos y que paso nada.

Hoy estos cuatro, Magaly, Marco, Armando y Humberto, además se le agrega la diputada Eva que es de Reynosa, se han manifestado en contra del niño mimado de mami, si el tal, Carlos Víctor Peña Ortiz, porque según cuentan los que conocen de aguacates que este diputado vacuno, tiene amarrado ser el próximo candidato alcalde de Reynosa.

Por lo tanto, ambos son niños mimados, se les podría decir chiflados, porque a pesar de ser matrimonios igualitarios; es decir son del mismo partido, se tienen ya un odio, porque desde sus trincheras, hacen sus cosas, por tal de perjudicarse uno al otro y esto se ha notado con declaraciones de uno al otro.

A estos pleitos, se les podría calificar de “comadres” nada más, debido a que ese municipio por desgracia vive un fango de inseguridad y violencia, donde ninguno de los dos hace por exigir atención, ni Carlos Peña como alcalde de Morena, ni Humberto Prieto como diputado local del mismo partido, son una vergüenza para ese pueblo que sufre a diario un calvario, mientras estos personajes se pelean por cosas insignificantes o mejor dicho sin importancia.

Aquí el diputado vacuno, no ha salido a defender a la población con chaleco antibalas, como lo hizo una vez, hoy desde su posicionamiento, como diputado, vive en su burbuja, mientras los habitantes no sólo de su distrito, sino de todo Reynosa, vive con el Jesús en la boca.

En tanto, el otro niño mimado, no sale a las calles de Reynosa, sino que desde su domicilio en el otro lado maneja vía remota el Ayuntamiento, en tanto la población sufre las consecuencias no de la inseguridad, sino la falta de servicios básicos que están consagrados en el artículo 115 Constitucional, por ejemplo.

Pero en fin este pleito de comadres entre el edil de Reynosa y el diputado vacuno seguirá por que el motín ($) será la alcaldía de Reynosa y sino para el baile vamos.

Por hoy es todo.

HASTA LA PRÓXIMA.

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