Columna Opinión Económica y Financiera.
Dr. Jorge A. Lera Mejía.
El presidente Donald Trump anunció que a partir del 1 de febrero de 2025 se implementarán aranceles del 25% sobre las importaciones provenientes de México y Canadá.
Esta medida, según la perspectiva de Trump, responde a preocupaciones sobre la inmigración y el tráfico de fentanilo desde estos países.
La noticia ha afectado negativamente al peso mexicano, que cayó a 20.75 unidades por dólar. Trump también insinuó la posibilidad de imponer aranceles adicionales a otros países, incluyendo China.
Los posibles aranceles del 25% que Trump planea imponer a productos de México y Canadá afectarán significativamente los precios de mercancías de exportación en ambos países.
Se estima que los consumidores estadounidenses enfrentarán un aumento anual de aproximadamente 1,300 dólares, con incrementos en gasolina, alimentos y productos electrónicos. En México, los costos de productos esenciales como aguacates y automóviles también subirán, impactando la economía local y potencialmente generando represalias comerciales.
Esto podría resultar en una guerra comercial, afectando gravemente el empleo y las relaciones económicas entre los países. En economía real todos pierden, tanto los países y empresas de exportación, al igual, los consumidores de las mercancías de importación de Estados Unidos, además, vale recordar que la gran mayoría de empresas de exportación son de origen norteamericana.
Los economistas y analistas advierten que estos aranceles se trasladarán finalmente a los consumidores, afectando su poder adquisitivo y potencialmente alimentando la inflación. Además, la interdependencia económica entre ambos países significa que muchos insumos esenciales también se verán afectados, complicando aún más el panorama para las familias trabajadoras.
Los aranceles del 25% que Trump amenaza implementar en febrero, afectarán varios productos importados de Estados Unidos en México. Entre los más impactados se encuentran:
Automóviles: Los precios de vehículos y piezas podrían aumentar, ya que muchas importaciones provienen de EE.UU.
Gasolina: Se espera un incremento inmediato en los precios debido a la dependencia del petróleo canadiense.
Alimentos: Productos como aguacates, tomates y maíz podrían encarecerse, afectando el costo de alimentos básicos.
Electrodomésticos: Los precios de estos productos también podrían subir debido a los aranceles.
Los alimentos que más podrían afectarse en México, son las Tortillas, con un aumento significativo en su precio, alcanzando hasta 32 pesos por kilo; Productos derivados del maíz, como son los tamales, atoles y quesadillas; Carnes, en especial la carne de cerdo y pollo, debido a la dependencia de importaciones: Frutas como manzanas, fresas y uvas, que son mayormente importadas; Aceites comestibles, ya que su precio podría subir debido a la mayor dependencia de insumos importados.
ALTERNATIVAS DE MÉXICO Y CANADÁ:
México y Canadá están tomando medidas para enfrentar los aranceles del 25% anunciados por Donald Trump.
Canadá ha preparado un plan de represalias que incluye aranceles a productos estadounidenses por un valor de 105 mil millones de dólares.
Han identificado una lista inicial de productos que podrían ser afectados y están trabajando en unidad con líderes provinciales para responder a las amenazas arancelarias.
México, por su parte, busca evitar la imposición de aranceles mediante el fortalecimiento del diálogo.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha enfatizado la importancia de mantener relaciones constructivas y ha implementado medidas para reducir importaciones de China y mejorar la seguridad fronteriza.
AMENAZAS PARA EL T-MEC EN 2026:
Las amenazas de imponer aranceles a productos de México y Canadá a partir del 1 de febrero de 2025 tienen el potencial de alterar significativamente las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) programadas para 2026.
Estas medidas no solo afectan las relaciones comerciales inmediatas, sino que también plantean desafíos estructurales para el futuro del acuerdo y la economía de los países involucrados.
Impacto Económico Inmediato: La imposición de aranceles podría desencadenar un aumento en los precios de productos importados en México y Canadá, lo que afectaría la inflación y el costo de vida. En México, donde el 83% de las exportaciones se dirigen a EE. UU., se anticipa que sectores clave como el automotriz y manufacturero sufrirán pérdidas significativas. Esto podría resultar en una desaceleración del crecimiento económico, con proyecciones que indican un aumento del PIB inferior al 2% para los próximos años.
Reacción de México y Canadá: Ambos países han comenzado a prepararse para responder a estas amenazas. Canadá ya ha delineado una lista de productos estadounidenses que podrían ser sujetos a aranceles en represalia, mientras que México ha intensificado sus esfuerzos para frenar el contrabando de fentanilo y reducir importaciones chinas.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha enfatizado la importancia del T-MEC y ha declarado que Trump ha ordenado su continuidad, aunque sin abordar directamente la amenaza arancelaria.
Desafíos para el T-MEC: Las tensiones generadas por las amenazas arancelarias complican las futuras negociaciones del T-MEC. El acuerdo fue diseñado para facilitar el comercio y la inversión entre los tres países, pero la retórica proteccionista de Trump desafía ese objetivo.
Los economistas advierten que cualquier conflicto comercial podría perjudicar más a México, dada su dependencia económica de EE. UU.
La incertidumbre sobre la implementación real de los aranceles podría llevar a una disminución en la inversión extranjera y afectar negativamente la confianza empresarial.
Estrategias de Negociación: En este contexto, es probable que las negociaciones del T-MEC en 2026 se centren en temas sensibles como la migración, el tráfico de drogas y la influencia china en el comercio.
Los analistas sugieren que gran parte de la retórica agresiva de Trump puede ser una táctica para negociar concesiones en estos temas. La habilidad del gobierno mexicano para manejar estas tensiones será crucial para salvaguardar sus intereses económicos.
Perspectivas Futuras: El panorama económico para México y Canadá es incierto. Con proyecciones de crecimiento más bajas debido a las amenazas arancelarias, ambos países deben encontrar maneras efectivas de mitigar el impacto negativo. La implementación gradual de los aranceles podría ofrecer una ventana para negociar soluciones antes de que se materialicen completamente. Sin embargo, si no se manejan adecuadamente, estas tensiones podrían resultar en una guerra comercial que afectaría gravemente al T-MEC y a las economías regionales.
Conclusión: En resumen, las amenazas de Trump sobre aranceles del 25% son un desafío significativo para las futuras negociaciones del T-MEC en 2026. La reacción inmediata de México y Canadá indica un deseo de mantener relaciones comerciales estables, pero la incertidumbre sobre la implementación real de estas medidas crea un ambiente complicado para el comercio y la inversión.
Las estrategias adoptadas por ambos países serán fundamentales para navegar este complejo panorama económico y político.